El actor de televisión Ed Asner, ganador de siete premios Emmy, murió a los 91 años, según informó su familia el domingo.
“Lamentamos decir que nuestro querido patriarca falleció esta mañana, en paz. Las palabras no pueden expresar la tristeza que sentimos”, escribió la familia en la cuenta de Twitter del actor.
Su publicista dijo que Asner murió de causas naturales.
Asner se dio a conocer inicialmente como el jefe Lou Grant en el “Mary Tyler Moore Show”, icónico programa de televisión que se emitió entre 1970 y 1977, y más tarde en una secuela basada en su personaje.
Ganó tres de sus siete Emmys en ese rol, uno por un papel cómico y otro dramático.
Asner también conquistó a una generación de seguidores en otro papel de hombre rudo con corazón de oro: el viudo Carl Fredericksen en la película animada “Up” en 2009.
Nacido el 15 de noviembre de 1929 en Kansas City fue un también un activista liberal y participó en protestas a favor de los sindicatos y en contra de la pena de muerte.
Gerardo Hernández: Asner estuo del lado de la justicia en la causa de los Cinco
El Coordinador Nacional de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) y héroe de la República de Cuba, Gerardo Hernández Nordelo, reaccionó en la red social Facebook a la muerte de Asner.
Quizás para la mayoría de las personas en Cuba su nombre no diga mucho, aunque lo hayan visto en alguna de sus más de 300 películas y series televisivas. Alcanzó la fama con la serie que llevaba el nombre de su personaje, Lou Grant, redactor jefe de Los Angeles Tribune, que inspiró a no pocos jóvenes de los años 70 y 80 para estudiar Periodismo.
Los Cinco lo conocimos bien, porque cuando más oscura era la noche para nosotros, cuando pocos se atrevían a mezclar su nombre con el de “cinco espías cubanos”, Ed Asner, como Danny Glover y otros, nadó contra la corriente, abandonó el bando del dinero, y se puso del lado de la justicia apoyando nuestra causa.
En estos tiempos en que algunos se venden al mejor postor y ofenden a #JoséMartí para congraciarse con los dio$es E$tefan, el ejemplo de #EdAsner nos recuerda que el apóstol tenía razón: Cuando hay muchos hombres sin decoro, hay siempre otros que tienen en sí el decoro de muchos hombres. En paz descanse Ed Asner!
Del ejército a las tablas
Nacido en Kansas City (Misuri) y criado en Kansas en el seno de una familia de inmigrantes judíos ortodoxos de Polonia y Rusia, Asner hizo sus pinitos interpretativos primero en la radio y luego en sus dos años en la Universidad de Chicago, la ciudad donde lanzaría profesionalmente su carrera teatral tras pasar por el Ejército forzosamente durante la guerra de Corea, cuando estuvo destinado en Francia.
Las buenas críticas que recibió mientras actuaba con el Playwrights Theater Club le animaron a mudarse a Nueva York, donde actuó en Broadway y en televisión, pero acabó trasladándose a Los Ángeles y asentó su carrera. Aunque quería huir de los papeles cómicos, hizo una audición a los 40 años para el papel de Lou Grant en ‘La chica de la tele’ que le abrió las puertas al personaje que marcaría su carrera.
Asner estuvo activo en causas políticas progresistas, de la lucha por el sindicalismo a la protesta por la política estadounidense de Ronald Reagan de apoyo a la dictadura militar en el Salvador, y mantuvo esas peleas conforme presidió entre 1981 y 1985 el Sindicato de actores de Estados Unidos, un activismo que le granjeó enemistades de personajes como Charlton Heston y le forzó durante un tiempo a tener guardaespaldas y que se vinculó a la suspensión de ‘Lou Grant ‘aunque la cadena alegara pérdida de audiencia.
En el prólogo de un libro sobre la serie Asner escribió que fue uno de los logros como actor que le hacían sentirse más orgulloso.
“Sabía entonces que estábamos haciendo trabajo excepcional e importante que tenía el poder de provocar cambios en nuestro mundo”, escribió. “Puedo sonar egocéntrico porque era, al fin y al cabo, solo un programa de televisión, pero tengan en cuenta que alcanzaba en horario de máxima audiencia 40 millones de hogares. Se vio en 72 países y en muchos de ellos la idea misma de libertad de prensa es asombrosa.
Ese tipo de poder”, continuaba, “da a mi industria una obligación de ser responsable de lo que producimos y, en ese sentido, ‘Lou Grant’ fue ejemplar”.
(Con información de agencias)