Los grupos que luchan contra el hambre infantil y la principal demócrata electa de la Florida exhortaron el jueves al gobernador Ron DeSantis a aprovechar los $820 millones de asistencia federal que proporcionarían comidas para más de 2 millones de niños en hogares de bajos ingresos.
La comisionada de Agricultura, Nikki Fried, dijo que era “inconcebible” que la administración de DeSantis no haya solicitado el dinero, que no tiene condiciones. Todo lo que el estado tiene que hacer es pedirlo, dijo Fried.
“Cada día que se atrasa esta ayuda es otra noche en la que un niño se va a la cama con hambre, algo que que pudiera haberse evitado”, dijo Fried, una demócrata que busca desafiar la reelección de DeSantis el próximo año. “Los floridanos no puede permitirse que el gobernador deje el dinero sobre la mesa”.
No está clara la razón por la que la administración de DeSantis no ha solicitado el dinero. Ni su oficina ni el Departamento de Niños y Familias, que distribuiría el dinero, han respondido a las solicitudes de declaración esta semana.
La demanda de asistencia alimentaria ha aumentado durante la pandemia, especialmente para los estudiantes que dependían de las comidas gratis y de precio reducido en las escuelas. Cuando las escuelas cambiaron a la enseñanza en línea el año pasado, el gobierno federal creó el programa de Transferencia Electrónica de Beneficios por la Pandemia para asegurar que esos estudiantes siguieran alimentándose.
Una encuesta de la Oficina del Censo entre núcleos familiares de la Florida en junio y julio de este año concluyó que 14% de los adultos informó que sus hijos no estaban comiendo lo suficiente porque la familia no podía pagar la comida.