La voluntad y los deseos de sentirse satisfecho en estos Juegos causan admiración y hasta despierta la curiosidad ver cómo el egipcio Ibrahim Hamadtou, de 48 años de edad, sorprende al mundo con su interés por participar.
«Mi caso demuestra que cualquier persona puede practicar todo tipo de deporte», asegura, y acto seguido lo demuestra.
Con los pies sostiene la pelota y la lanza hacia arriba para efectuar el saque en el tenis de mesa. Después la golpea con la raqueta, que sostiene con la boca. Su técnica ya fascinó a todos durante su debut en los Juegos de Río de Janeiro-2016, y ahora impresionó en el Gimnasio Metropolitano de Tokio, donde perdió con el sudcoreano Park Hong-Kyu, con marcador de 0-3, en la especialidad clase 6, para personas con deficiencias severas en brazos y piernas.(A.N.)