“Mira, mamá, ¡Cuba!”, me dice mi hija de dos años. A cada rato da una vuelta por la casa, juega, canta y baila. Me llama una y otra vez mientras escribo o atiendo a su hermana: “Mamá, cargue”, la subo en mis brazos y ella señala al frente: “¡Linda Cuba!”, me repite con un entusiasmo inusitado, como quien sabe lo que simboliza una imagen sagrada.
Lo que ve desde el balcón del séptimo piso es un sueño acariciado hace varios años por el artista de la plástica matancero Jesús Alberto Mederos.
“Desde hace mucho tiempo tenía guardada esta idea. Tenía pensado hacer la bandera en el abra del Yumurí. Después nuestro equipo de trabajo decidió hacer la bandera del 26 de Julio con los grados de Comandante y esta, nuestra bandera cubana, es la continuación de ese proyecto hermoso. Es un sueño realizado”.
Esta la segunda bandera cubana más grande del mundo (Foto / Jessica Mesa)
La enseña nacional de 44 metros de alto por 18 de ancho engalana el costado izquierdo de uno de los edificios más altos de la ciudad de Matanzas. Los vecinos del edificio del Polinesio se sienten agradecidos porque el pintor escogió el lugar donde viven para este empeño.
“Todo lo que han hecho ha quedado maravilloso. Está precioso. Me gusta mucho”, opina María del Carmen Molina, vecina del Trece Plantas a lo que agrega Migdalia Cruz, quien también reside en esta edificación que “los constructores trabajan muy rápido. La obra está quedando muy bien y de lejos se ve aún más bella. Estamos orgullosos de vivir aquí”.
“Los vecinos están muy contentos porque ya este no es el edificio del Polinesio, sino de la bandera cubana”, apunta Argelio García Pérez, representante del artista “especialmente porque este es el mural de la bandera nacional más grande que existe”.
También es esta la segunda bandera cubana más grande del mundo, después de la de tela ubicada en por un grupo de irlandeses y cubanos residentes en ese país, contra el bloqueo de Estados Unidos contra Cuba, que sobresale con 46 x 23 metros.
Poco le falta a la bandera del triángulo rojo para mostrarse con todo su esplendor. La enseña aguarda por su estrella solitaria. Dos ríos completarán este regalo del artista a la Atenas de Cuba. “La estrella será hecha en metal.
“El mural termina en dos ríos en homenaje a José Martí que murió entre dos ríos y por esta que es reconocida como la Ciudad de los Ríos. Después agregaremos una frase hermosa de nuestro Fidel”.
Las obras murales resaltan dentro de un paisaje privilegiado (Foto / Jessica Mesa)
Justo al frente, en el primero de los trece plantas construidos en Matanzas, allá por la década de los años 80, la bandera del 26 de Julio con los grados de Comandante recreados enaltecen la vista de uno de los sitios más bellos de Matanzas. A sus pies, casi bañados por las aguas saladas de la bahía yumurina, el paisaje de la Sierra recuerda nuestras luchas patrias.
“Desde hace mucho tiempo tenía guardada esta idea” (Foto / Jessica Mesa)
Las obras murales, apreciables casi desde cualquier punto por quienes se acercan a esta zona desde el centro de la ciudad, resaltan dentro de un paisaje privilegiado. Muchos han tenido que ver con la realización de estas obras, como los integrantes de las cooperativas no agropecuarias Sancof y Art Decó. A ellos agradece García Pérez.
“Ante todo debemos dar gracias por hacer realidad el sueño que Mederos tenía hace años de hacerle este regalo a la provincia de Matanzas y al país porque son símbolos de la Patria: la bandera del 26 de Julio y nuestra hermosa bandera nacional.
“El primero fue en saludo al octavo Congreso del Partido Comunista de Cuba y este está dedicado a los 60 años de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba.
“Agradecemos a las organizaciones de masa que han contribuido, los muchachos de Verticales extremos que se encargaron del primer mural y los de Rescate y Salvamento de los bomberos. Ellos nos brindaron su incondicional apoyo, al igual que los vecinos del lugar.”
Murales que engalanarán el teatro, la entrada y la sala de conferencias del IPVCE Carlos Marx (Imagen / Jessica Mesa)
Y no son estas las únicas piezas murales que Mederos ha donado a Matanzas. En toda la geografía yumurina resaltan pinturas de gran formato, fruto del amor de este matancero por la tierra que lo vio nacer y su gente.
“Matanzas está tatuada con mi obra. Tengo murales en Narváez, en la Calle del Medio, en el puerto, en casi todas las escuelas de la ciudad, especialmente en la Vocacional, en el centro de niños sin amparo familiar y en la ACAA, donde está ubicado el mural más grande bajo techo. Retomamos la pintura que había en la esquina de Ayón y Contreras desde una óptica diferente. También hemos apoyado la campaña No al bloqueo.
“La obra está presente, pero no es solo mía. Nació gracias a la inspiración que me aporta la ciudad. Es de todos nosotros”.
“Matanzas está tatuada con mi obra” (Imagen / Jessica Mesa)
