A sus 48 años de edad, la mexicana Amalia Pérez es la reina de la división de los 60 kg de las pesas: acaba de ganar su cuarta medalla, de distintos colores, incluida esta dorada en los Juegos Paralímpicos de Tokio.
Antes de volar a la sede del evento vaticinó que «vengo a estos juegos a dar la mejor competencia de mi historia». Y, porque así lo logró, ahora además de reina, le dicen la «incombustible».
Debutó en Sydney 2000 con plata, la que repitió en Atenas 2004, pero la alegría más grande fue en Beijing 2008, donde impone récord paralímpico de 128 kg y vuelve nuevamente en Londres 2012 a repetir su éxito.
Pérez llegó a Río 2016 sabiéndose la mujer más importante en la halterofilia, con 18 años en la práctica de este deporte construyendo su cuerpo. Allí ganó otra vez. Ahora en Tokio 2020 sus ilusiones de barrer con las rivales se hicieron realidad al alzar 131 kg, por algo le dicen la “incombustible”.