Con las tareas propias para el comienzo de la riega de semilleros y la preparación de las tierras para las futuras plantaciones de la solanácea, las vegas pinareñas renuevan los bríos por estas jornadas.
Aunque el inicio de la riega de semilleros está prevista para el 8 de septiembre, la totalidad de la empresas incursionan en esta tarea de manera incipiente, sin descuidar el acanteramiento y la limpieza de los túneles, pues los propósitos son lograr los más de 300 000 canteros convencionales y en bandejas. Las posturas de estas últimas, a obtenerse en 222 túneles, tienen por destino las variedades de tapado y Virginia.
Virginio Morales Novo, especialista agrícola del grupo TABACUBA, precisó que la totalidad de las entidades cuentan con las semillas requeridas y para la campaña 2021-2022 se contrataron 16 373 hectáreas, cuyos suelos se mejoran con la aplicación de cachaza, la subsolación, y otras materias orgánicas natural, relleno vegetal y carbonato de calcio. Todo lo cual influye en la obtención de significativos rendimientos.
De la cifra total 310 corresponden al proyecto Virginia, las cuales se plantarán en los municipios de San Luis y Consolación del Sur, pertenecientes al llamado macizo tabacalero, encargados de suministrar esa materia prima a la fábrica de cigarrillos de la Zona Especial de Desarrollo Mariel.
Subrayó, además, que septiembre es vital en la agilización de la tarea, con la finalidad de sembrar tempranamente el mayor volumen posible de la solanácea, en la etapa óptima del cultivo e indicó que ante la situación actual energética se impone el uso de la tracción animal.
Riega de semilleros asegurada
Hizo resaltar que en la provincia se cuenta con algunos niveles de fertilizantes para la riega de semilleros y las siembras y, de manera paulatina, se garantizará a los productores los recursos pertinentes e imprescindibles al cultivo.
Simultáneamente, prosiguen las labores de beneficio de la campaña precedente en las 92 escogidas y 11 mini escogidas, amén de las limitaciones que impone la tensa situación epidemiológica de la provincia como consecuencia de la COVID-19, así como las tareas de construcción y mantenimiento para ampliar las capacidades de cura de la aromática hoja.
Esta nueva campaña exigirá, una vez más, de la inteligencia, eficacia, eficiencia y la experiencia de los casi 9 800 productores que intervendrán ante la presencia de la pandemia y la crisis económica internacional de la que no está exenta Cuba. Por todo ello la importancia del uso racional de lo que se dispone y la disciplina tecnológica, aseveró Morales Novo.
Pinar del Río es la provincia mayor productora de tabaco en el país y aporta la totalidad de los capotes, tripas y también cantidades de las llamadas capas exportables a la industria del torcido nacional.