Parque Santos Suárez del Consejo Popular Tamarindo del municipio de Diez de Octubre. Foto: Abel Padrón Padilla/Cubadebate.
El parque Santos Suárez, en el Consejo Popular Tamarindo, del municipio habanero de Diez de Octubre, es el centro de una zona constructiva en constante movimiento. Mientras avanza la reparación capital de este espacio, a su alrededor se rescatan otros lugares deteriorados por el tiempo y la falta de mantenimiento, como la escuela primaria “César Escalante”, el círculo infantil y la biblioteca, ubicadas en el mismo parque, así como la bodega en la intersección de las calles Zapote y San Indalecio.
Cada una de estas acciones forman parte de las 89 problemáticas sociales identificadas en el barrio de Tamarindo, a las cuales se le comienza a dar solución con el apoyo del Ministerio de la Agricultura (MINAG), organismo encargado del Programa de Atención en todo el municipio de Diez de Octubre.
Luis Enrique Díaz Burón es el director de inversiones del MINAG y representante del ministro del sector para el Programa de Atención a Diez de Octubre. Mientras recorre el parque Santos Suárez, comenta que en todos los consejos populares del municipio están a tiempo completo directivos del organismo y grupos empresariales, quienes participan y apoyan las acciones que allí se realizan.
“Están identificadas 604 acciones a desarrollar en los nueve consejos populares del municipio, dando prioridad a la atención a los barrios”, afirma y agrega que, como parte del programa se trabaja en la reparación de consultorios médicos, farmacias, unidades de comercio, círculos infantiles, escuelas primarias, mercados agropecuarios y parques.
Bodega en reconstrucción en el Consejo Popular Tamarindo. Foto: Abel Padrón Padilla/ Cubadebate.
Díaz Burón señala que, desde el pasado 24 de julio, comenzaron a realizarse un grupo de acciones para darle solución a los principales problemas de la población: “Esto se ejecuta de manera integrada con las autoridades del municipio a partir de los recursos disponibles y con una activa participación de la gente y trabajadores del organismo”.
En ello coincide, Oscar Labrador Llanes, director de Forestal, Flora y Fauna Silvestre del MINAG, quien acota que, a partir de una decisión del gobierno del país, cada ministerio está encargado de un municipio en la capital. Las transformaciones sociales se realizan en 62 comunidades de los 15 municipios de La Habana.
“Diez de Octubre se le asignó al Ministerio de la Agricultura, y aquí se trabaja de manera muy coordinada con el presidente del Consejo Popular, las autoridades, las organizaciones políticas y de masas, y los trabajadores sociales. Si bien estamos aquí desde el 24 de julio, a partir del 31 se tomó la decisión, por la envergadura de la actividad, de asignar un grupo empresarial a cada Consejo Popular.
“No vinimos a intervenir, sino a apoyar a las autoridades del Consejo porque son ellas las que conocen los problemas de la comunidad, los casos sociales. Lo que hacemos es sumarnos a posibles soluciones y contribuir en el apoyo logístico. Queremos que, lo que se haga, se haga bien”, añade.
En el barrio de Tamarindo, el grupo empresarial Agroforestal trabaja, por ejemplo, en la reparación de cinco escuelas y un círculo infantil. Allí descorchan lo deteriorado, arreglan los techos y raspan paredes para la posterior pintura. De las 44 bodegas del Consejo Popular, en cinco comienza a verse un cambio de imagen. Una de ellas, ubicada en la esquina de Zapote y San Indalecio, está completamente desmantelada.
Raúl Quirós, trabajador del grupo empresarial Agroforestal. Foto: Abel Padrón Padilla/ Cubadebate.
Raúl Quirós, constructor de la empresa Agroforestal, termina de demoler las puertas de la instalación y dice que “es importante la reparación de este lugar. Es una obra comunitaria necesaria para que la gente tenga su bodega arreglada. Gracias a Dios se le está dando un intensivo a estas cosas”. Se queja, como todos los trabajadores del grupo empresarial, de que el almuerzo el viernes pasado solo fue arroz, chícharos y boniato, “pero bueno, eso es lo que tenemos y con eso tenemos que seguir”.
Afuera de la bodega, otro de los constructores recoge los escombros y los lleva para un camión de volteo. Comenta que “ahora lo que hace falta es trabajar. Hay que hacerlo todo nuevo”. Detrás del nasobuco, Raúl sonríe y añade: “Esto lo vamos a poner cuqui, lindo”.
En la casa contigua a la bodega vive Yosvany Arteaga hace 12 años. Desde entonces, recibía los productos de la canasta básica en esa instalación hasta que, hace unos días, trasladaron “los mandados” hacia otra bodega debido a la reparación.
“Rehabilitar este lugar es importante para la seguridad de los productos y evitar los delitos que se cometen y, además, da una buena vista de la bodega, lo cual es positivo para la comunidad. Mejorarla es una buena decisión del gobierno, para que brinde un óptimo servicio a la población”, comenta.
Karina Fuentes Piñon, vecina del Consejo Popular Tamarindo. Foto: Abel Padrón Padilla/ Cubadebate.
Para Karina Fuentes Piñón, vecina de la calle Zapote, la restauración de la bodega y otras obras en la comunidad es una necesidad del Consejo Popular Tamarindo: “Hace más de 20 años que a esa bodega no se le pasaba la mano. Estaba en mal estado y me alegra muchísimo que hayan empezado a arreglarlas, igual que el círculo, la escuela primaria. Tengo confianza. Aquí todo es con fe. Y si ya empezaron, ellos lo terminan”.
Oscar Labrador Llanes, director de Forestal, Flora y Fauna Silvestre del Ministerio de la Agricultura, señala que al inicio los habitantes de Tamarindo estaban escépticos con las actividades que comenzaron a desarrollarse, sin embargo, la comunidad se ha ido sumando.
“Se aprecia una transformación en el actuar de la gente. Todavía existen algunos reticentes, pero ya se le están dando elementos con hechos: el asfalto de calles, el trabajo en escuelas, bodegas, la reanimación de la red de mercados agropecuarios que es una prioridad para el MINAG en el municipio. Algo en lo que se nos ha insistido en la dirección del Ministerio y del gobierno, es que lo que se haga tenga sostenibilidad en el tiempo. Eso se logra también si la comunidad participa”.
–¿Por qué impulsar estas actividades ahora, Oscar?
–Es una decisión del país. El presidente planteó que existen problemas acumulados. Los sucesos del 11 de julio nos movieron el pensamiento y tenemos que reconocer que estos problemas de tiempo hay que atenderlos porque las personas quieren mejorar su calidad de vida.
“Es imprescindible darle respuesta a los planteamientos de la población. Por ahí pasa la credibilidad de la Revolución. Es muy difícil para un presidente de un Consejo Popular ir a una asamblea con sus delegados o sus electores, donde tenga planteamientos de 10 o 15 años, más los que se suman”.
–¿A qué se deben estos problemas de tanto tiempo?
–No se puede dejar de mencionar la situación económica del país y el bloqueo. La limitación que tenemos hoy de fuentes financieras para adquirir un grupo de recursos, para activar la industria y darle solución a estos problemas, incide. Pero ha habido burocracia en la gestión y solución de problemas, que lo que puede ser para mañana te lo dejan para la semana que viene. Insensibilidad también, por supuesto.
“Para mí es una vivencia excepcional. Yo trabajé a nivel de municipio, pero a veces uno lleva tiempo en niveles provinciales o nacionales, y chocar con la población es una escuela insustituible. Conocer a las personas, ver sus problemáticas, y aprender a oír. Hay personas con problemas de hace cinco años, y si vienen a quejarse uno tiene que escucharlas, sin hacer compromisos que sean mentiras, pero escucharlos es algo que favorece mucho, que te vean haciendo gestiones en función de resolver su problema”.
Miguel Bernabé Gálvez León, presidente del Consejo Popular Tamarindo. Foto: Abel Padrón Padilla/ Cubadebate.
Cuando Oscar habla de buena gestión y preocupación por la gente, menciona a Miguel, el presidente del Consejo Popular Tamarindo. Dice que se conoce el barrio como la palma de su mano y que a veces se siente incómodo porque hay soluciones que no puede dar a nivel de Consejo; por eso, el apoyo del MINAG ha sido una suerte de inyección al trabajo en las comunidades de Diez de Octubre.
Sentado sobre un banco del parque Santos Suárez, Miguel lo mira y le dice: “Ya estoy quema’o”. Y enseguida, como para justificar la frase que acaba de decir, comenta que se levanta bien temprano y regresa a su casa a las once de la noche. Así sucede todos los días. Apenas son las 3:07 de la tarde del penúltimo viernes de agosto.
En la biblioteca, ubicada en el mismo parque, hay trabajadores del grupo empresarial Agroforestal sobre un andamio, raspando las paredes.
Tamarindo adentro y la historia de Cachita
Vivienda de Regla Caridad Sotolongo “Cachita”, vecina del Consejo Popular Tamarindo. Foto: Abel Padrón Padilla/ Cubadebate.
El Consejo Popular Tamarindo, en el municipio habanero de Diez de Octubre, tiene 1,2 kilómetros cuadrados y alrededor de 34 000 habitantes. Su presidente, Miguel Bernabé Gálvez León, reitera que las 89 acciones que se realizan en el barrio, con el apoyo del MINAG, responden a planteamientos de la población.
“Son problemas viejos, y se están resolviendo. Entre ellos se incluye el deterioro considerable de viales y aceras, salideros de aguas albañales, la poda de árboles… Con los trabajadores sociales hicimos un levantamiento y existen alrededor de 235 personas desvinculadas del trabajo. Se va a hacer una reunión con ellos para incorporarlos a la vida laboral. Eso es una prioridad. Se han unido 20 a brigadas de la construcción que trabajan en Tamarindo”, señala.
En el otro extremo del banco, Lidia Estrella Otero Crespo, coordinadora política del Partido, destaca, además, que “serán beneficiados 29 consultorios, de los cuales 13 estarán a cargo de entidades del territorio y el resto por los compañeros del MINAG”.
El presidente del Consejo Popular puntualiza sobre el estado crítico del fondo habitacional y el hacinamiento en viviendas, fundamentalmente en ciudadelas: “Tenemos 55 ciudadelas en Tamarindo, lugares que están en muy mal estado. Fuimos azotados por el tornado en enero de 2018, y se hicieron muchas acciones en viviendas, pero todavía nos quedan”.
Por su parte, el director de inversiones del MINAG, Luis Enrique Díaz Burón, afirma que el sistema de la agricultura tiene responsabilidad como constructor de más de 200 viviendas en el municipio. Hasta la fecha –expuso– se han terminado 34, en agosto se concluyen otras ocho y en septiembre 24, para un total de 66.
Regla Caridad Sotolongo “Cachita”, vecina del Consejo Popular Tamarindo. Foto: Abel Padrón Padilla/ Cubadebate.
Regla Caridad Sotolongo “Cachita” espera ser una de las beneficiadas. Tiene 53 años y nació en la casa donde aún vive y donde no quiere morir. “Esta casa tiene más de 100 años, mijito. Aquí ha vivido toda mi familia, pero mira las malas condiciones en la que está esto. Cuando llueve tengo el aguacero aquí adentro. Solamente la persona que lo vive, lo sabe”, dice y se da abanico.
En la esquina de Rodríguez y San Benigno, una ciudadela de madera advierte la casa de Cachita y las de otras cinco familias.
–Aquí hay seis casas y todas van a salir beneficiadas. La propuesta es hacer las seis nuevas. Ya vino Vivienda e hicieron el dictamen. Y compañeros del MINAG estuvieron aquí también –comenta Miguel.
–Ahí donde tú lo ves, Miguelito se ha preocupado mucho por el problema de nosotros. Ahora hemos visto adelanto, han venido y tomado fotos. Han hablado con nosotros. Hay otro tratamiento y eso antes no lo había. Mi aspiración es verme en una casa mejor. Toda persona quiere eso. Con los movimientos que veo ahora, si no se paran, tengo fe en que sí.
–No se va a parar, estamos arriba de eso –le dice Miguel y Cachita levanta los hombros en señal de quien ha esperado tanto tiempo.
El presidente del Consejo Popular Tamarindo en casa de Cachita. Foto: Abel Padrón Padilla/ Cubadebate.
–¿Y en su juventud qué hacía, Cachita? –le pregunto.
–Ay, mijo, trabajar. Yo trabajaba en la compañía de Electricidad en Diez de Octubre. Lo que me dejé engordar, y el azúcar hizo lo que le dio la gana luego. Tengo una úlcera en los pies.
–Pero vas a tener una casa nueva, tú verás. Yo te lo prometí –afirma Miguel.
–De verdad que me lo dijiste. Ay, Migue, ojalá.
Al lado de Cachita vive su hija Yaisimes Martínez Sotolongo: “Ahora veo que hay movimiento para resolver el problema. Se lo agradezco a las trabajadoras sociales y a Miguelito, que como presidente del Consejo, sabe cómo vivo, que tengo siete niños menores de 14 años, y todos viven conmigo en dos camas solamente. La más chiquita tiene un año. No es el motivo para rendirse, sino de seguir luchando. Y ahora he visto que hay avance. ¿Me entiendes?”.
¿Qué ha cambiado en Jesús del Monte?
Parque restaurado del Consejo Popular Jesús del Monte. Foto: Abel Padrón Padilla/ Cubadebate.
En el Consejo Popular Jesús del Monte, como en los nueve que conforman el municipio Diez de Octubre, el Ministerio de la Agricultura trabaja de conjunto con las autoridades del barrio para identificar vulnerabilidades de la comunidad y darles solución. Allí trabaja el grupo empresarial Tabacuba. Como en Tamarindo, en Jesús del Monte las principales dificultades están asociadas a la vivienda, los viales, las aguas albañales, entre otras.
“Nosotros estamos subordinados a la presidenta del Consejo, es ella quien manda lo que hay que hacer. Nuestra tarea es apoyar, pero en función del Consejo Popular”, destaca Luis Felipe Milanés, jefe del departamento de gestión de calidad de Tabacuba.
“Como grupo empresarial nosotros, entre otras cosas, torcemos tabacos para la exportación, y ahora buscamos la oportunidad de captar jóvenes desvinculados del trabajo para cursos de torcedores, eso de conjunto con los trabajadores sociales”, añade.
Para Rafael Agudo, segundo jefe de la dirección municipal del Trabajo y presidente de la Brigada Juvenil del Trabajo Social de Diez de Octubre, los trabajadores sociales pueden llegar hasta un límite en la solución de los problemas.
“Con el acompañamiento del MINAG en las labores de transformaciones sociales en las comunidades, ya hemos podido resolver muchas problemáticas sociales identificadas en los nueve consejos populares del municipio.
“Tenemos un grupo de empresas aquí que, a partir de esta semana, empezarán a despachar ofertas de empleo en la dirección municipal del Trabajo. Eso nos permitirá llegar a los consejos populares para que las personas no tengan que dirigirse a la dirección municipal. Todo ello posibilitará disminuir el número de personas desvinculadas en Diez de Octubre, que es un potencial bastante grande”, destaca.
Oficoda del Consejo Popular Jesús del Monte. Foto: Abel Padrón Padilla/ Cubadebate.
Luis Felipe Milanés señala que la estrategia del grupo empresarial Tabacuba en el Consejo Popular Jesús del Monte consiste en involucrar a las ocho empresas del organismo que radican en la capital, de manera que cada una tenga una obra asignada, con el acompañamiento de las autoridades del municipio, las entidades estatales del Consejo y la población.
“En Jesús del Monte hay 19 centros educacionales y 12 centros de salud, a los cuales estamos dirigiendo los mayores esfuerzos, aunque hemos realizado otras obras en mercados, carnicerías, puntos de ventas agrícolas, parques, en la oficoda. Y en todo ello, los trabajadores de las empresas se llevan buena parte del mérito de lo que estamos haciendo, así como la población y los jóvenes que se nos acercan para trabajar junto a nosotros”, afirma.
–¿Quién pone la mano de obra en estas transformaciones sociales?
–Las fuerzas especializadas las contratamos a través de trabajadores por cuenta propia o cooperativas, previa coordinación con la empresa a la cual le estamos brindando el servicio, ya sea Comunales, Vivienda, Educación, Salud. Y existe un procedimiento contable-financiero para llevar el tema de los recursos y la mano de obra que se emplean.
–¿De dónde vienen los recursos?
–En parte los garantizan las empresas, pero la mayoría de los recursos lo está poniendo Tabacuba con el grupo empresarial de Logística del MINAG. Esos recursos se ponen en los almacenes de logística nuestros, se les vende a la empresa que está al frente de la obra y esta se lo cobra, a partir del contrato establecido, a Comercio, Gastronomía o a la entidad que sea, según la obra. Ese es el procedimiento que está establecido y tiene un control informatizado, obra por obra, qué lleva, para dónde van los recursos, cuándo se hizo, etcétera, porque hay que controlarlo.
Guadalupe Mejías, presidenta del Consejo Popular Jesús del Monte. Foto: Abel Padrón Padilla/ Cubadebate.
Guadalupe Mejías es la presidenta del Consejo Popular Jesús del Monte. Tiene 68 años, de los cuales ha dedicado 21 al trabajo como delegada. Parece difícil que no la conozcan en el barrio después de tantos años, pero aun así, la provoco.
–¿Y las personas la conocen, Guadalupe? Hay veces que la gente no sabe quién es su delegado…
–¡Cómo no! Ya yo estoy viejita en esto.
–La situación de la vivienda es un problema país. ¿Cómo se comporta en Jesús del Monte?
–Jesús del Monte tiene 1,6 kilómetros cuadrados y 23 178 habitantes. Cuenta con 7 237 viviendas, de las cuales 66 tienen afectaciones y en ellas estamos trabajando. Tenemos 98 ciudadelas, dentro de las cuales hay 18 en muy mal estado –responde enumerándolas una a una.
–Las calles están en muy mal estado también…
–En cuanto terminen de asfaltar en Tamarindo, vienen para Jesús del Monte, donde una de las principales problemáticas es el deterioro de las calles.
Obras constructivas en el Consejo Popular Jesús del Monte del municipio de Diez de Octubre. Foto: Abel Padrón Padilla/Cubadebate.
Guadalupe Mejías comenta que, de los dos centros del Sistema de Atención a la Familia (SAF) del Consejo Popular, en uno de ellos se realiza actualmente una reparación capital. En el comedor, donde se atienden más de 90 personas vulnerables, no existían las condiciones óptimas para brindar el servicio: cocina y nevera en mal estado, unido a un baño insalubre ubicado justo al lado del almacén. “La rehabilitación de este SAF va a tener tremendo impacto en la comunidad”, asegura.
Otros de los espacios rescatados son el parque del obelisco, en las calles Luz y Juan Alonso, ubicado frente a la escuela especial “Camilo Cienfuegos”. En el centro educacional, varios trabajadores recuperaron el parque infantil y aún reparan el área deportiva para el disfrute de los niños.
Cerca de allí, el parque “Reyes” también se ha remodelado. “Lo reparamos hace un tiempo, pero las indisciplinas sociales y el vandalismo provocaron el deterioro del lugar. Tres años atrás pusimos el biosaludable que se ha mantenido. Ahora se reparó la escalera, se pusieron nuevos bancos, se pintó y se le dio iluminación y la misma población lo está cuidando”, comenta Guadalupe.
Alejandrina Rodríguez tiene 91 años y vive en la esquina de las calles Palacios y Reyes desde 1961, justo frente al parque. “Pintaron, sembraron árboles, pusieron un poste eléctrico para darle luz, arreglaron los columpios. Ahora lo que hace falta es que pongan un guardaparques”, señala mientras se lamenta porque “aquella niñita está jugando sin nasobuco” y “tantos niños no deberían estar en el parque por la Covid”.
Luis Felipe Milanés, jefe del departamento de gestión de calidad de Tabacuba, señala que el acompañamiento a las comunidades es un trabajo que llegó para quedarse: “Cuando terminemos el trabajo en el Consejo, nosotros vamos a seguir acompañando a las autoridades de Jesús del Monte en función de resolver los problemas.
“En sentido general será un acompañamiento constante del Ministerio de la Agricultura a Diez de Octubre, donde la comunidad es la protagonista de lo que estamos haciendo”, afirma y lo dice con la convicción de quien sabe que aún queda mucho por hacer.
Parque restaurado del Consejo Popular Jesús del Monte. Foto: Abel Padrón Padilla/ Cubadebate.
Escuela Especial Camilo Cienfuegos del Consejo Popular Jesús del Monte en el municipio de Diez de Octubre. Foto: Abel Padrón Padilla/Cubadebate.
La escuela primaria César Escalante y el círculo infantil forman parte de las obras constructivas en el Consejo Popular Tamarindo del municipio de Diez de Octubre. Foto: Abel Padrón Padilla/Cubadebate.
Sistema de Atención a la Familia (SAF) del Consejo Popular Jesús del Monte. Foto: Abel Padrón Padilla/ Cubadebate.
Obras constructivas en el Consejo Popular Tamarindo del municipio de Diez de Octubre. Foto: Abel Padrón Padilla/Cubadebate.
Parque Santos Suárez del Consejo Popular Tamarindo del municipio de Diez de Octubre. Foto: Abel Padrón Padilla/Cubadebate.
La biblioteca, ubicada en el parque Santos Suárez forma parte de las obras constructivas en el Consejo Popular Tamarindo del municipio de Diez de Octubre. Foto: Abel Padrón Padilla/Cubadebate.
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