En una semana, aerolíneas rusas comienzan a volar a tres destinos en República Dominicana, una decisión que beneficia al país caribeño, pero que puede perjudicar a Cuba, porque los turistas de la nación euroasiática podrían cambiar Varadero y Cayo Coco por Punta Cana, de acuerdo con medios internacionales.
Antes, la empresa Azur Air inició sus vuelos a la Romana, desde el 9 de agosto, con la intención de potenciar la llegada de turistas y abrirse al intercambio comercial, un viejo anhelo del embajador de la nación caribeña en Moscú, Hans Dannenberg Castellanos, según señala Sputnik News.
Al mismo tiempo, otras dos aerolíneas, Nordwind y Royal Flight, tienen autorización del Gobierno dominicano para operar desde Moscú a Puerto Plata, Samaná y Punta Cana, en tanto la compañía bandera de transporte aéreo de Rusia, Aeroflot, está autorizada a volar al último de los tres destinos.
En días recientes, el diplomático aclaró que «estamos abiertos a cualquier otra aerolínea que desee volar a la República Dominicana tanto en forma regular como chárter. Nosotros tenemos una política de cielos abiertos con Rusia«, y agregó que «cualquier aerolínea que pida otras rutas, se le autorizaría de forma inmediata, en menos de 30 días».
Turismo y comercio
El embajador, en declaraciones a Sputnik, poco después de su llegada a Moscú, dijo que su prioridad era que Aeroflot realizara vuelos regulares entre la capital rusa y República Dominicana, con la intención de abrir su país a los productos rusos y viceversa.
«Ahora mismo, muchos productos dominicanos vienen a Rusia, pero muy pocos productos rusos llegan a nuestro país» y «también, tenemos que ver cómo las personas de nuestro país conocen más la realidad de la Rusia de hoy; muchos se han quedado pensando en las películas de los años 70 o de los años 80, donde se mostraba la vida de la Unión Soviética. Pero la Rusia de hoy, es un país moderno, dinámico y joven», comentó.
Según el diplomático, «a los rusos les gusta el ron dominicano, aquí se vende tabaco dominicano, cada día vendemos más aguacates, piñas y mangos dominicanos. Estamos haciendo esfuerzos para que eso se incremente, que nuestros frutos y nuestros vegetales sigan llegando a Rusia», y aclaró que para eso se necesita de los vuelos regulares.
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Y, al parecer, con la autorización por ambas partes para la realización de vuelos, el comercio podría incrementarse sustancialmente, para beneplácito del diplomático, a quien el medio digital Caribbean News considera «el artífice de la reapertura de los vuelos rusos a República Dominicana».
Dannenberg cree que unos 245.000 rusos podrían volar a Dominicana como turistas, una cifra similar a la de 2019, antes de que se desatara la pandemia, pero considera que este año no se podrá acercar a esa cifra, según declaraciones suyas a Caribbean News.
Cuba, la gran perjudicada
Los vuelos a Dominicana, a todas luces pueden perjudicar a Cuba, que tiene en los polos de Varadero, a poco más de 100 kilómetros de La Habana, y Cayo Coco, al centro norte, sus dos polos principales, abiertos casi exclusivamente a los rusos y canadienses.
Cuba, a pesar de la excepción de visado, enfrenta serios problemas con la pandemia de coronavirus, incluso con las pruebas para los que recién arriban al país, como sucedió hace unas semanas con más de un centenar de rusos que llegaron por Varadero y que necesitaron, incluso, la mediación del embajador de su país para que se les permitiera salir a las actividades normales de los vacacionistas, recuerda Sputnik.
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Por otra parte, «belleza de los paisajes y las playas aparte, los dominicanos son más competitivos, y su servicio supera al cubano», según criterios de turistas que conocen ambos países citados por el medio de prensa.
La apertura hacia los polos dominicanos podría restar vacacionistas a Cuba, una situación que se podría agravar mucho más para La Habana si finalmente prosperan los vuelos desde Moscú a Isla Margarita, en Venezuela, a donde comenzaron a volar recientemente los rusos.
En fin, concluye Sputnik, «se trata de competencia y los frutos los recoge aquellos que estén más preparados, que ofrezcan mejores condiciones, incluso que arriesguen más. Son las leyes del mercado y el cliente —léase turista— escogerá siempre quien le garantice mejores ofertas».
(Con información de Sputnik News)
