«Lo que está ocurriendo en Cuba no es una situación particular del país; se está observando en todo el mundo con la entrada de la variante Delta», aseguró el doctor en Ciencias Gerardo Guillén Nieto, director de Investigaciones Biomédicas del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB).
El investigador, al intervenir en el programa Mesa Redonda, se refirió a la preocupación de la población ante el incremento de casos de la COVID-19, pues ha ocurrido prácticamente al unísono la propagación de la cepa en el territorio nacional con el inicio del proceso de vacunación masiva.
A partir de las confusiones que ello ha generado acerca del impacto de las vacunas cubanas en medio de la compleja situación epidemiológica, Guillén Nieto puso el ejemplo de lo que ha sucedido en países como Israel, Reino Unido y Estados Unidos, que han alcanzado niveles de vacunación superiores al 50 % de la población.
Explicó cómo después del último pico que tuvieron de la epidemia, en esas naciones se fue controlando y bajó la incidencia de la enfermedad, situación que ha cambiado de manera negativa con la entrada de la variante Delta, lo que ha originado un incremento del número de casos positivos a la COVID-19.
Precisó que, en mayo pasado, en Estados Unidos se reportaba un 12 % de prevalencia de la variante Delta y hoy supera ya el 90 %, algo que se repite igualmente en Reino Unido e Israel. Mientras, en Canadá, donde no se reporta aún la presencia de la cepa, se mantienen bajos los niveles de incidencia de la enfermedad.
DELTA: DOS Y TRES VECES MÁS CONTAGIOSA
El doctor Guillén Nieto se detuvo a explicar las características de la variante Delta del coronavirus, capaz de transmitirse dos y tres veces más rápido que lo que ocurría con las cepas anteriores.
Sostuvo que, en términos de carga viral (número de partículas de virus que colonizan la mucosa nasofaríngea), al realizarse el pcr, esa cifra es 1 200 veces superior a lo detectado hasta ahora; de ahí que, como sucede, una persona infectada puede contagiar a muchos más ciudadanos a su alrededor.
Según el investigador del CIGB, en este momento la cepa Delta, con su alta capacidad para multiplicarse, es también mayoritaria en Cuba, lo que se refleja en el número de casos positivos, no así en la cantidad de graves y fallecidos con respecto al total de enfermos de la COVID-19 y a la población en general.
Apuntó que ese nivel de contagios se ha reportado a nivel mundial tanto en personas vacunadas como en no vacunadas, y pasó a explicar la diferencia que existe entre los conceptos de eficacia y efectividad, no siempre bien explicados por los especialistas y entendidos por la población.
La eficacia de la vacuna, precisó, es lo que se demuestra en los ensayos clínicos, en los que las personas que participan, bajo estrictos criterios de inclusión, son controladas y monitoreadas, mientras la efectividad se mide a partir de la aplicación masiva de la vacunación, de ahí que los datos que se obtienen sean diferentes.
A modo de ejemplo mencionó que la práctica se ha encargado de demostrar que las vacunas que reportaban 90 % y hasta 95 % de eficacia en los estudios clínicos, tras la aplicación masiva bajan un 5 % o algo más su efectividad en población abierta en el terreno.
VACUNAS CUBANAS MANTIENEN ALTA EFECTIVIDAD
El doctor Guillén Nieto ratificó que las vacunas cubanas siguen teniendo una alta efectividad, lo que se evidencia en su capacidad neutralizante contra las diferentes variantes virales, aunque todos los inmunógenos, incluidos los nuestros, funcionan mejor en el caso de la Delta que de la Beta.
«Tanto en el caso de Soberana 02 como de Abdala, puntualizó, con el apoyo del Centro de Inmunología Molecular, se detectó la capacidad de los sueros de vacunados de inhibir la unión de la proteína viral (RBD) al receptor del virus en la célula, es decir, se demuestra que las vacunas funcionan contra la cepa Delta».
INMUNIDAD FRENTE A LA COVID-19
Tras reiterar que solo están saliendo datos preliminares de efectividad, el especialista insistió en que ahora es que está transcurriendo el proceso de vacunación completa en Cuba, que prevé, para que la persona esté inmunizada, la aplicación de tres dosis y dejar transcurrir otros 14 días luego de la última inyección.
De no cumplirse esos requisitos en el periodo establecido, expresó, la vacuna no ha actuado en el organismo, todavía no ha habido tiempo para inducir la respuesta de anticuerpos y la persona puede contagiarse; es decir, hay que dar tiempo para que levante la respuesta inmunológica.
En estos momentos, destacó el Director de Investigaciones Biomédicas del CIGB, está vacunado con una dosis más del 40 % de la población cubana, pero esas personas no tienen el esquema completo de vacunación, por lo que no pueden considerarse protegidos aún contra la COVID-19.
Actualmente, agregó, más del 29 % de los cubanos ya tiene tres dosis administradas, cifra que crece día a día en nuestro país a un ritmo de vacunación que es casi el doble de la media mundial, pero aún queda mucho por hacer para lograr la estabilidad en la situación epidemiológica nacional.
La LLAMADA INMUNIDAD COLECTIVA O DE REBAÑO FRENTE A LA COVID-19
Sobre la llamada inmunidad colectiva o de rebaño, y su impacto efectivo en el combate contra la COVID-19, Pedro Mas Bermejo, vicepresidente de la Sociedad Cubana de Higiene y Epidemiología, explicó que cuando se habla de inmunidad colectiva, grupal o de rebaño se está haciendo referencia a lo mismo y que, además, estos son términos empleados entorno a todas las vacunas, pues lo que se persigue al tener una es «tratar de proteger a la mayor cantidad de población, para que quienes no se puedan vacunar de una forma u otra no enfermen. Ello, de acuerdo con la transmisibilidad que tenga el agente infeccioso del cual se trate, hace que aumente el porcentaje de la inmunidad de rebaño».
Dijo que ante cada epidemia, se va calculando cuál es la necesidad de inmunidad colectiva y que, en el caso de la COVID-19, se estimó inicialmente que era de un 70 %. «Con la aparición de la variante Delta ese índice ha ido aumentando y hoy se habla hasta de 85 % a 90 %. Cuba, aún con más del 29 % de la población con el esquema de inmunización completo, todavía está lejos de esta meta», afirmó.
«Al ser una enfermedad compleja, la COVID-19 pone en tensión cualquier sistema de Salud. Una vez que se controla la enfermedad, si se quitan las mascarillas, las medidas restrictivas, el distanciamiento y otras precauciones, se vuelve a complicar el escenario. A las vacunas hay que ayudarlas; aunque son efectivas, por sí solas no son suficientes».
Aseguró que Cuba va a un buen ritmo de vacunación, pero mantenerlo requiere aseguramientos, y los que hay que llegar a los porcentajes que alcancen el nivel de inmunidad de rebaño.
Mas Bermejo recalcó que «lo que se persigue con la vacuna es disminuir los fallecidos, los casos graves y los críticos, las hospitalizaciones y después, la tasa de incidencia».
En otro momento, el Vicepresidente de la Sociedad Cubana de Higiene y Epidemiología denunció el impacto directo del bloqueo de EE. UU. en el desarrollo de Cuba, en la industria de medicamentos y especialmente en las vacunas. «Tenemos muchos ejemplos de restricción de las exportaciones hacia Cuba de equipos y suministros médicos», expresó.
No obstante, aseguró el doctor Guillén Nieto, en Cuba se siguen haciendo vacunas. «Seguimos produciendo intensamente. Desde mayo, cuando comenzó la producción masiva, se han ido incrementando sistemáticamente los niveles de producción», e informó que hasta la fecha se han entregado 13 millones de dosis de la vacuna Abdala al sistema nacional de Salud.
«Con eso hemos podido lograr los resultados hasta ahora alcanzados. Y así vamos a garantizar la cobertura», apuntó.
Afirmó que entre agosto y septiembre la industria biotecnológica del país, tanto el Instituto Finlay de Vacunas como el Centro de Inmunología Molecular; el CIGB, los Laboratorios aica y el Centro Nacional de Biopreparados, que participan en la cadena productiva, van a garantizar todas las dosis de vacunas necesarias para completar la inmunización de la población cubana.
PRECISIONES
- El Grupo de expertos del Ministerio de Salud Pública, creado para la evaluación del impacto de la vacunación contra la COVID-19, realizó en las últimas horas un análisis de los datos acumulados de este proceso en el país, con relación a los indicadores clínico-epidemiológicos.
- Del total de los casos inmunizados, se habían confirmado con la enfermedad 21 365 personas, para un 0,83 %, y se acumulaban 99 fallecidos que representa el 0,0038 %.
- El estudio toma como cierre el 10 de agosto de 2021, donde el total de personas con el esquema completo de vacunación ascendía a 2 907 386, de los cuales se consideraban completamente vacunados (inmunizados), por haber transcurrido 14 días después de la tercera dosis, 2 560 173. Estos resultados constituyen evidencias del impacto que está teniendo el proceso de vacunación.
- El país a esa fecha acumulaba 11 001 829 dosis aplicadas, con el 25,5 % de su población completamente vacunada.