SAN JUAN Y MARTÍNEZ, Pinar del Río.— Fiel a sus héroes y a su historia, Pinar del Río rindió tributo a los hermanos Sergio y Luis Saíz Montes de Oca, los dos jóvenes asesinados brutalmente por sicarios de la tiranía batistiana en la noche del 13 de agosto de 1957.
El homenaje incluyó ofrendas florales en nombre de la vanguardia artística cubana, en el monumento erigido a su memoria muy cerca del sitio donde cayeron hace 64 años, y en el panteón que guarda sus restos, en el cementerio de este territorio pinareño.
Sin descuidar las estrictas medidas sanitarias a que obliga la situación epidemiológica, una representación de la juventud de Vueltabajo, junto a artistas y escritores, evocó el legado de los hermanos mártires y la trascendencia de su pensamiento político.
Además, entregó a la dirección municipal de Salud de San Juan y Martínez, a modo de reconocimiento por la labor de médicos y enfermeros en el enfrentamiento a la COVID-19, un lienzo con características de mural realizado por cinco destacados artistas de la plástica e inspirado en el poema «Brisa Nueva», de Luis.
Sergio (17 años) y Luis (18) Saíz Montes de Oca estuvieron estrechamente vinculados al Movimiento 26 de Julio y participaron en varias acciones contra la dictadura de Fulgencio Batista. Pero fue el peso de sus ideas, plasmadas con asombrosa lucidez en textos como el manifiesto ¿Por qué luchamos?, lo que llevó a la tiranía a ordenar sus muertes.
«No luchamos sin un porqué, o por el mero afán de aventura (…) el destino nos obliga a cumplir —cueste lo que cueste— la gran revolución que Cuba espera», expresa, por ejemplo, este último documento, considerado el testamento político de ambos hermanos.
El texto constituyó una contundente denuncia de la situación que atravesaba el país y definió cómo sería la Patria nueva que aquella generación valerosa pretendía construir.
En la noche del 13 de agosto de 1957, cuando se disponían a celebrar con una acción revolucionaria el cumpleaños de Fidel, los dos fueron asesinados brutalmente frente al cine de San Juan y Martínez, en uno de los episodios más crueles que se recuerden acá.
Sus ideas, sin embargo, siguen siendo un referente para la juventud cubana, en su empeño de continuar la obra por la que ellos murieron.