La Habana, 12 ago (ACN) La Defensa Civil en Cuba centra la atención con su sistema de medidas en la protección de la población y de la economía frente al peligro que representan los fenómenos hidrometeorológicos de la temporada ciclónica, siempre sobre la base de los avisos especiales que emite el Instituto de Meteorología.
Un ejemplo elocuente de su perseverancia lo constituye el hecho de que ante la amenaza de la tormenta tropical y después depresión Fred, la Defensa Civil estableció con tiempo suficiente la Alerta temprana, el martes, y un día después la Fase Informativa para las provincias de Guantánamo, Santiago de Cuba, Granma, Holguín, Las Tunas, Camagüey y Ciego de Ávila.
Además, el Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil orientó a los territorios de las regiones central y occidental mantenerse atentos a la evolución del organismo.
La disposición la puso en práctica en un plazo de 36 a 72 horas por tratarse de depresiones y tormentas tropicales, pero también dispone de otras: de 48 a 72 si son huracanes categorías uno y dos, al igual que de 60 a 72 cuando se trata de huracanes de gran intensidad.
El Centro de Pronósticos del Instituto de Meteorología informa que #Fred continúa como depresión tropical débil, se ubica a 105 km al este de punta Lucrecia y 210 km al este de Puerto Padre. Ha disminuido su velocidad de traslación pic.twitter.com/NU5tIaf1SX
— Defensa Civil Cuba (@CubaCivil) August 12, 2021
En ese período debe mantenerse el mayor cuidado sobre el desarrollo de ese sistema, en torno al cual deben cumplirse las medidas correspondientes en los respectivos planes de reducción del riesgo de desastres, así como las acciones de prevención y control del coronavirus SARS-CoV-2, causante de la COVID-19.
Una de ellas es el saneamiento ambiental, en particular la desinfección, eliminación de vectores, la limpieza y mantenimiento del sistema de evacuación de residuales líquidos (fosas y tanques sépticos) y la correcta disposición final de los sólidos, así como un adecuado funcionamiento de las instalaciones sanitarias.
También, el aseguramiento de los servicios vitales, de agua, inocuidad de los alimentos (transportación, almacenamiento, elaboración, conservación y expendio) energía y comunicaciones.
En lo que ya constituye una regla elemental desde que en marzo de 2020 empezara aquí la lucha contra la COVID-19, es imprescindible el mantenimiento de las normas de protección y distanciamiento físico que eviten el hacinamiento, la aglomeración de personas, el empleo obligatorio de nasobucos (mascarillas) y de sustancias desinfectantes, así como el control de la temperatura en los accesos y los pasos podálicos.
Respecto a las viviendas empleadas para la protección de las personas, deben preservarse, de acuerdo con las pautas de conducta establecidas para evitar contagio por la COVID-19, acelerar la poda de árboles sin afectar su estructura básica, talar sólo aquellos que constituyan peligro inminente a la estabilidad de viviendas, redes eléctricas, de comunicaciones u otras instalaciones.
Urge la recogida de escombros y desechos sólidos, la eliminación de microvertederos, limpieza y desobstrucción de tragantes, desagües y otras vías para la evacuación del agua originada por las intensas lluvias.
Incluso, la retirada de letreros lumínicos, paneles solares, anuncios, señales de tránsito, luminarias de parques y principales vías y el aseguramiento de objetos que las rachas de vientos pudieran convertir en proyectiles volando en cualquier dirección.
Una condición obligatoria es el dominio de la situación hidrometeorológica en cada lugar y el seguimiento de la información que emite el Instituto de Meteorología en sus avisos, las orientaciones del Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil y de los consejos de Defensa, con el empleo de los medios de comunicación masiva, los radioaficionados, las radio base y otros medios de información alternativos.
En tales circunstancias, se impone la revisión del estado técnico y mantenimiento de los grupos electrógenos de emergencia designados para su empleo, y las reservas de combustible y aseguramientos previstos para la protección de la población en sus diversas modalidades.
Es inaplazable velar por el aspecto de la construcción e higiénico sanitario de las instalaciones y de los centros de elaboración de alimentos, al igual que la situación de las embarcaciones en áreas de faena y aviso sobre la situación existente.
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Las zonas sembradas y la determinación de los cultivos por recolectar en breves plazos deben ser atendidas con prioridad por su significado para la alimentación de la población, sobre todo la protección de la masa animal.
Otro asunto vital es el estado de la situación epidemiológica, epizootiológica y fitosanitaria, así como de las medidas de aseguramiento médico, veterinario y fitosanitario.
Los especialistas atribuyen particular importancia al incremento de la observación y prevención hidrológica, con el propósito de activar los lugares donde se protegerán las personas y centros de elaboración de alimentos para la población evacuada, en especial en las áreas de inundación.
Es fundamental en la fase Informativa comenzar la recolección de productos agrícolas en cosecha, según las regulaciones del servicio de transportación en general, adaptado a las condiciones de la pandemia de COVID-19.
Una vez concluida esa etapa comienza la fase de Alerta, en un período de 18 a 36 horas si son depresiones o tormentas tropicales, de 24 a 48 cuando se trata de huracanes categorías uno y dos, y de 36 a 60 si corresponden a huracanes de gran intensidad.
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Le siguen la de Alarma, cuando disminuyen los plazos en cada una de las categorías, y por último la Recuperativa, cuando el Instituto de Meteorología certifica que el ciclón tropical no representa un peligro para la nación.
Aunque con nombre femenino e indeseable por sus negativas consecuencias, salvo las derivadas para el llenado de los embalses, Elsa debutó, en julio pasado, en la actual temporada ciclónica en el área geográfica del océano Atlántico tropical, incluido el golfo de México y el mar Caribe, del primero de junio al 30 de noviembre, cuando deben formarse otros y desplazarse hasta Cuba.