Correspondió a Andy Cruz, de los 63 kg, llevar a la nave cubana de boxeo a puerto seguro al sumar la cuarta medalla de oro y un bronce.
Doblaron los Domadores lo que habían concebido antes de partir hacia Tokio, que era dos de oro, con dos bicampeones como el capitán Julio César la Cruz y Arlen López, junto a Roniel Iglesias.
Entre los hitos de la competencia, dio a Mijaín López la oportunidad única de, a sus 38 años, ser el dueño de la hazaña de sumar su cuarto título olímpico consecutivo; a los jóvenes del C2, Serguei Pérez y Fernando Dayán Jorge un oro impensable entre gigantes europeos; al veterano de 44 años, Leuris Pupo una plata que une al oro de Londres 2012. Podríamos citar otras actuaciones como la del luchador de greco, Luis Orta, y no nos alcanzaría el espacio para mencionarlos a todos.
Así pudiéramos citar a vencedores más, y por qué no, a los que no alcanzaron una presea, pero el esfuerzo e integridad y lealtad que mostraron en los Juegos Olímpicos más difíciles de la historia por las condiciones, pese a los preparativos hechos por Japón y el COI, que se lució por su hospitalidad y respeto hacia los participantes.
Con una delegación pequeña, la más pequeña de cuantas haya representado a Cuba en este evento máximo, 69 deportistas, se logró una productividad de una medalla por cada 11 atletas, cifras solo exhibidas por los países grandes ganadores como China y Estados Unidos.
Esta faena le reportó a la Isla finalizar en el lugar 14 (7 oros, 3 platas y 5 de bronce). En América, se encuentra solo por debajo de estadounidenses, canadienses y brasileños. El sitio mejora el puesto 18 de Río de Janeiro 2016, y se volvió a cumplir la meta de estar entre los 20 primeros.
Hasta aquí, a grandes rasgos, hemos comentado lo esencial de los resultados. Pero para nuestro país hay otras cuestiones importantes.
Tan pronto como terminaron los Juegos Panamericanos de Lima 2019, la nación se vio ante una insólita situación: comenzaba a cobrar fuerza la pandemia que obligó al Inder a suspender todas las actividades deportivas nacionales e internacionales.
A la par se arreció el bloqueo, con 243 medidas que buscan asfixiar al pueblo y generar una situación de descontento y desesperación que llame a una indisciplina general que desestabilice al país.
Así, buscando alternativas para entrenar en bases creadas donde la pandemia lo permitía, comprando los equipos a precios mucho más altos porque el bloqueo lo imponía, y ayudados por comités olímpicos amigos que nos aceptaron para entrenar junto a ellos, se preparó nuestra comitiva que, por el esfuerzo del Laboratorio Antidoping de La Habana, partió hacia la sede de la competencia totalmente limpia.
Cuba está entre los 96 países que obtuvieron medallas en Tokio, y lo más importante: TODOS LO DEPORTISTAS DE NUESTRA DELEGACIÓN SON CUBANOS. A diferencia de otros que ofrecen contratos a jóvenes extranjeros para que los representen y ganar preseas.
Tenemos razones para sentirnos felices con la actuación de los nuestros. Han dado muestra de amor a la Patria, todos muy sencillos al expresarse en público, afables, amistosos.
Aguardemos, pues, el inicio de los Juegos Paralímpicos, donde también habrá satisfacciones.
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