TOKIO.-En la jornada de este jueves no hubo medallas para Cuba, tampoco estaban en los cálculos. Sin embargo, a la impresionante presentación de Kaliema Antomarchi en el judo, con su quinto lugar, en la Arena Kokugikan el pugilismo continua invicto, después de que el superpesado Dainier Pero doblegó, por la votación unánime de los jueces al colombiano Cristian Salcedo.
En las hojas de votaciones, tres de los imparciales vieron ganar al cubano por 30-27 y otros dos por 30-28, es decir, que le dieron un asalto a su adversario.
«Estuve un poco fuera de distancia al inicio y eso hizo más reñido el round de apertura. Trate de clarificar mis golpes, pues es importante marcar en las boletas, y espero en los próximos combates tener mayor exactitud en los impactos sobre mis oponentes».
—¿Entonces, crees que mejoraste, y decidiste, después de ese primer asalto?
—Ya dije que fue más parejo, es la primera salida, en la cual en ocasiones sueles cansarte más que en las restantes, después pudieron ver cómo impuse mi estilo de pelea.
—Pero el colombiano llevó la ofensiva…
—Yo hice que actuara así, forma parte del plan, pues lo llevé a mi estilo, a la zona en la que soy más fuerte, que es la del boxeo de riposta.
Pero, el único de los pugilistas cubanos que subió al cuadrilátero este jueves, expresó que hay un gran espíritu combativo en la escuadra nacional de boxeo, con una gran unidad, como una verdadera familia, concentrada en su alta responsabilidad.
—¿Qué mensaje le darías a Cuba tras este debut olímpico?
—Me estoy esforzando al máximo, al igual que mis compañeros, esperen una medalla mía, es lo que les puedo decir, a mi familia y a mi pueblo. A eso hemos venido a Tokio.