Según la ONG Cubalex, más de 600 personas están desaparecidas en Cuba después de las protestas del pasado 11 de julio. Algunos son jóvenes de los cuales se conoce su nombre y su rostro.
Es el caso de Carlos Chaviano, un joven cienfueguero que se unió a los manifestantes el domingo 11 de julio y desde entonces lo busca su familia. También el de Karel Aguilar, de Gibara, Holguín (oriente), arrestado en su provincia natal.
En redes sociales proliferan denuncias de este tipo, en las cuales familiares y amigos pretenden visibilizar estos casos y ofrecer pruebas de la represión a la que fueron sometidos cientos de cubanos durante las protestas más grandes de la era revolucionaria, según la opinión de los expertos.
Por ejemplo, Daymara Córdova y Rosario Morfa son dos madres cubanas, cuyos hijos fueron arrestados por participar en las protestas, sin derecho a visitas y sin saber exactamente cuándo y bajo qué cargos serán procesados.
Córdova es la madre de Orlando Félix Vega, un joven de 24 años que se sumó a las protestas en su Cárdenas natal el 11 de julio y fue detenido entonces. Según declaró a ADN Cuba, ha pasado un viacrucis para dar con el paradero de su hijo.
En cambio, Rosario Morfa vive en Cienfuegos y pide desesperadamente ayuda para su hijo, Ariam Morfa Blanco, padre de dos niñas, quien fue arrestado hace 12 días por sumarse a las manifestaciones en esa provincia, ubicada al centro de Cuba.
Miriela Cruz, madre de otro joven detenido, Dayron Fanego, se hizo arrestar para compartir la suerte de su hijo y, luego de ser liberada, compartió su experiencia sobre la prisión y los tratos que reciben los detenidos del 11 de julio.
Como ella, muchas madres cubanas han hecho lo imposible por conocer el paradero de sus hijos, aliviar su dolor y denunciar la represión.
Aunque la información que llega de Cuba se filtra al espacio público a cuenta gotas, desde el 11 de julio, día en que estallaron las protestas, no han dejado de publicarse testimonios de personas encarceladas, golpeadas e intimidades por las fuerzas del orden público.
Hasta el momento, el gobierno cubano solo ha reconocido la muerte de una persona, Diubis Laurencio Tejeda, de 36 años y residente en el municipio de Arroyo Naranjo, de quien la nota oficial no da las causas del deceso.