A orillas del lago Hanabanilla, bello intramontano de Cuba, se abrió el hotel de igual nombre hace 46 años, y a la belleza paisajística del entorno se suma un hecho que enriquece su historia: la presencia del Comandante en Jefe Fidel Castro, aquel 26 de julio de 1975.
Atalaya a 400 metros sobre el nivel del mar en el macizo de Guamuhaya, permite el deleite de los contrastes entre las más variadas tonalidades del verde en las elevaciones circundantes y su reflejo en las aguas con un colectivo signado por el compromiso con el líder de la Revolución Cubana.
En medio del rebrote fuerte de la COVID-19 en Villa Clara, donde está ubicado, se trabaja en el mantenimiento de la instalación con el compromiso de elevar confort para cuando una mejora epidemiológica permita la visita nuevamente a la instalación turística.
De gran atracción para nacionales y foráneos, la estancia contribuye a la práctica del senderismo entre la exuberante vegetación de un ecosistema de abundante biodiversidad, y paseos en bote por el lago Hanabanilla entre montañas, maravillas a las que no se puede renunciar.
Por la armonía entre la edificación y la naturaleza, tesoro del servicio turístico, el inmueble recibió el Premio de Conservación en la XV Jornada del Premio Provincial de Conservación y Restauración de Monumentos Villa Clara 2018.
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Entre las atracciones más solicitadas por los viajeros figura un almuerzo en Río Negro, espléndido paraje que colma muchas de las expectativas, con una travesía por el lago, a varias millas del hospedaje y una empinada subida hacia un típico restaurante cubano, en medio de la altura.
Nadie duda que la COVID-19 será vencida, y entonces retornará el ajetreo al hotel, muy solicitado por el acercamiento a una pródiga naturaleza y la atención de los trabajadores, marcados por el orgullo de la presencia del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, en el natalicio de la instalación de alojamiento.