La 138 Sesión del Comité Olímpico Internacional prestó especial atención al tema del dopaje en su reunión previa al inicio de los juegos, que comienzan oficialmente este viernes 23 de julio, según reporta JIT, publicación del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER).
La realización de las pruebas y la aplicación de sanciones será independiente de la gestión del COI, detalla la información, que precisa igualmente, cómo para lograr ese propósito funcionan la Agencia Internacional de Controles (ITA, por su sigla en inglés) y el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS).
Previo al inicio de los juegos, y pese a la COVID-19, fue desplegado el más grande programa antidopaje de la historia olímpica, al ordenarse 25 000 test y cumplirse el 80 % de esos, además de aplicarse otras 5 000 pruebas en la villa olímpica, en las instalaciones, e incluso, fuera del país, tomando en cuenta el poco tiempo que los atletas estarán en esta capital.
De manera adicional fue ratificado el principio de conservar durante 10 años las muestras de orina y sangre recogidas, con el fin de buscar posibles tramposos a partir de la generación de nuevos métodos y conocimientos.
La Agencia Mundial Antidopaje (AMA) insistió en la importancia de que ningún atleta sancionado compita en Tokio-2020, para lo cual coteja todavía esa relación con los más de 30 habilitados para la justa.
Otros temas abordados fueron el reporte anual y estado de las finanzas hasta 2020, la incorporación de un deporte al programa de invierno y la reelección de Ban Ki-moon al frente de la comisión de ética del COI.
Asimismo, fue aprobado el esquí de montaña como nuevo integrante del programa de la cita de Milano Cortina 2026, y que el exsecretario de la ONU siga al frente de la comisión ética por cuatro años más, a la vez que se dio voz a representantes de la delegación de refugiados y aprobarse una enmienda a la Carta Olímpica.
Este miércoles concluye el importante cónclave, con una agenda que incluye la intervención del presidente de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la elección de la sede olímpica de 2032, para lo cual se vislumbra a la australiana Brisbane.