Las Tunas.-La cifra de personas que están bajo modalidad de trabajo a distancia asciende actualmente a más de 45 000 en esta provincia, una opción, regulada por la ley, que contribuye a disminuir la interacción social y los índices de positividad a la COVID-19. Los sectores que más obreros han incorporado a la variante son los de Educación, Deporte y Cultura.
Miguel Velázquez González, director provincial de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), declaró a Granma que evitar la movilidad del personal es la manera más oportuna de luchar contra la pandemia, por lo que se proponen lograr que todas las instituciones estatales que puedan funcionar con esa modalidad la pongan en práctica, y solo laboren, de manera presencial, los vinculados con actividades productivas, sociales y de servicios, que garantizan la vida económica de la provincia.
Ante la compleja situación epidemiológica y la paralización de un grupo importante de actividades, a muchos obreros se les asignan otras responsabilidades, principalmente en los centros de aislamiento. El MTSS también ha ubicado personal en las circunscripciones para apoyar la entrega de alimentos y medicinas a personas vulnerables como las embarazadas, ancianos y discapacitados.
El directivo aseguró que se mantiene activo el Servicio de Atención a la Familia (SAF) y crearon las condiciones para llevar los alimentos hasta los hogares de los beneficiados. A estos últimos se les hace el llamado de permanecer en sus viviendas porque algunos continúan acercándose a las unidades, a pesar de las advertencias de restricción de movimiento.
Al interior de los colectivos laborales se incrementa el chequeo de las disposiciones establecidas por el Grupo Temporal de Enfrentamiento a la COVID-19 en Las Tunas. Todo ello en aras de evitar eventos institucionales de COVID-19, por el peligro que representan en la propagación del virus y las afectaciones económicas y sociales que provoca el cierre de las entidades.
Aunque constituye un desafío ordenar las rutinas laborales desde los hogares, Velázquez González dijo a este diario que las circunstancias actuales han demostrado la efectividad con que se puede realizar el trabajo a distancia, sobre todo, si se organiza adecuadamente, y enfatizó que es un gran reto por el que debemos apostar para contribuir, de manera responsable, con el buen desenvolvimiento del país.
El trabajo a distancia en Cuba está amparado en la Ley No. 116 «Código de Trabajo», del 20 de diciembre de 2013, la que prevé en su artículo 24 que los contratos deben contener el lugar de trabajo acordado entre las partes, horarios, duración de la jornada y el régimen descanso. Se requiere, además, de un control por trabajo cumplido, lo que precisa de cuadros capaces de definir tareas concretas, así como el tiempo y oportunidad para desarrollarlas.
El escenario actual demanda su aplicación como nunca antes, al disminuir la movilidad de la población y por consiguiente la exposición al contagio de la COVID-19.