En comparecencia especial este lunes, en el Palacio de la Revolución, Rogelio Polanco Fuentes, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido y jefe de su Departamento Ideológico, quien cumplió funciones diplomáticas como Embajador de Cuba en Venezuela, afirmó que en Cuba estamos viviendo lo que se conoce como «Guerra de cuarta generación» o «Guerra no convencional», similar a lo ocurrido en la nación sudamericana, donde se alcanzó un nivel muy intenso con las guarimbas.
«Tuve el privilegio de vivirlo personalmente durante varios años en Venezuela. El Comandante Chávez le llamó a todo el proceso golpe combinado, porque era una combinación de acciones del ámbito económico, político, mediático, sabotaje, y él tenía una manera muy peculiar de explicarlo.
«Hablaba de una marcha lenta, como la de un explosivo, que va avanzando en la pólvora hasta que llega el detonante, así explicaba Chávez lo que muchos analistas entienden por guerra no convencional, revoluciones de colores, guerra híbrida, de cuarta generación o golpe blando o golpe suave», detalló Polanco.
En el caso de Venezuela –explicó–, las guarimbas (aquellos disturbios callejeros de toma de calles, instalaciones, que buscan generar importantes eventos para lograr un estallido social), provocaron daños humanos y materiales de unas dimensiones extraordinarias.
Agregó que, como parte de las teorías del golpe blando, se unen las medidas coercitivas unilaterales de carácter económico, comercial y financiero, para provocar carencias, necesidades y limitaciones en el acceso a recursos, medicamentos y alimentos.
«Es parte de un manual que se ha aplicado rigurosamente en varios países, desde el Medio Oriente, Europa y también América Latina. Es una estrategia intervencionista para aplicar lo que se ha denominado el cambio de régimen. Por tanto, sigue tácticas de la llamada lucha no violenta para generar inestabilidad y caos en los países, provocar a las fuerzas del orden para inducir acciones de represión que, a su vez, generen la percepción de violación de derechos humanos y eso genere, a su vez, nuevas acciones mediáticas para movilizar a quienes son parte de la acción de desestabilización», pormenorizó el miembro del Secretariado del Comité Central del Partido.
Además –añadió Polanco–, toda esa estrategia se potencia por los medios de comunicación masiva, y ahora con la existencia de un espacio público digital, que replica de manera compulsiva y violenta todas estas narrativas para provocar la ingobernabilidad. La irrupción de este espacio digital facilita la generación de noticias falsas, tergiversación, manipulación de los hechos y busca, a través de la emocionalidad, que se provoquen este tipo de acciones, denigrar a las autoridades, y todo eso para que, mediante plataformas globales digitales, se logre una hegemonía en los flujos de información mediante algoritmos», precisó.
Polanco Fuentes agregó, en ese sentido, que el propósito es «quebrar la voluntad del ser humano, fracturar a las instituciones, socavar la unidad nacional de los países. Para eso se dedican cuantiosos recursos, no es algo improvisado. Es algo muy bien diseñado por estructuras y agencias de los Estados Unidos con laboratorios dedicados a crear estas condiciones y lograr sus objetivos».
Sin embargo –aseguró–, «se ha demostrado que es posible derrotarlas. No hay tecnología ni estrategia de esta naturaleza que pueda con la unidad de un pueblo, que pueda cuando hay una población organizada, movilizada y consciente de sus objetivos como nación y de su historia. Venezuela ha demostrado que es posible derrotarlas, como lo está demostrando Cuba, como lo demostró nuestro pueblo valiente y heroico en la jornada de ayer (domingo)».
El líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez Frías, al referirse en una ocasión a esta forma de guerra, afirmó que en casi todos los países donde esa estrategia ha funcionado había gobiernos con poco apoyo popular, y «ese es el antídoto», aseveró.