Los trágicos episodios de cubanos que han perdido la vida o experimentado momentos traumáticos intentando llegar de forma ilegal a Estados Unidos, evidencian los peligros de la emigración irregular, ilegal y desordenada.
Sobre esta sensible temática, el Director de Asuntos Consulares y de Cubanos Residentes en el Exterior del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, Ernesto Soberón Guzmán, destacó, en el espacio televisivo Mesa Redonda, que la política migratoria de EE. UU. ha sido un instrumento de la hostilidad hacia nuestro país desde el mismo triunfo de la Revolución en 1959, y ha tenido como objetivo desacreditar y desestabilizar a la Isla.
Explicó que en función de esa hostilidad, el Gobierno estadounidense ha implementado varias leyes para incentivar las salidas ilegales, entre ellas las derogadas políticas de Pies Secos y Mojados y el Programa Parole para los trabajadores de la Salud; o la aún vigente, Ley de Ajuste Cubano de 1966.
Enfatizó en que la decisión de EE. UU. de otorgar anteriormente ciertos privilegios a los migrantes cubanos, ha creado la percepción, en el potencial migratorio cubano, de que si arriban a la nación norteña, cualquiera sea la vía, tendrán derecho a permanecer allí.
Recalcó que esos flujos migratorios regulares e irregulares vienen acompañados de campañas mediáticas contra el Gobierno cubano.
PRINCIPALES CAUSAS
Soberón Guzmán definió cuatro causas fundamentales para el aumento de las salidas ilegales.
«La primera son los obstáculos crecientes para establecer un flujo de viajeros regular, ordenado y seguro entre ambos países».
Entre esas trabas destacó el cierre de los servicios consulares en La Habana, una medida tomada con carácter político; la obligatoriedad de viajar a terceros países para solicitar visas hacia Estados Unidos, sin garantía de que se otorguen y encareciendo estos procesos; la eliminación de visas de entradas múltiples para ciudadanos cubanos; la suspensión, en su momento, de los vuelos a las provincias y, sobre todo, el incumplimiento de otorgar un mínimo de 20 000 visas anuales. Manifestó que en los últimos años ee. uu. ha dejado de otorgar entre 60 000 y 80 000 visas.
Como dos y tres, detalló el impacto socioeconómico de la pandemia de la COVID-19 en Cuba y el mundo, y el recrudecimiento del bloqueo y la persecución comercial contra la Isla.
Amplío que en cuarto lugar se encuentra la limitación para el envío de remesas: los cubanos residentes en Estados Unidos son los únicos que tienen dificultades para enviar ayuda económica a su país de origen.
«Se puede afirmar que el principal responsable de los flujos de viajeros irregulares cubanos hacia Estados Unidos es el propio Gobierno de ese país.
ACCIONES DE CUBA
«La migración regular, ordenada y segura de los cubanos hacia el exterior forma parte de los principios que rigen a la nación cubana», así lo afirmó el coronel Mario Méndez Mayedo, jefe de la Dirección de Identificación, Inmigración y Extranjería del Ministerio del Interior, al exponer las acciones de la Mayor de la Antillas para favorecer la política migratoria.
Apuntó que en el país se han aplicado 33 medidas encaminadas a mantener un flujo ordenado y controlado, las cuales «son un reflejo de la voluntad de Cuba de revisar, actualizar y adecuar los procedimientos de acuerdo a las circunstancias, aunque está claro que no hay una relación migratoria normal con Estados Unidos».
Méndez Mayedo señaló que, como principales resultados de ese empeño, y sin tener en cuenta la etapa caracterizada por la covid-19, en los últimos años, desde 2013, viajaron al exterior 1,2 millones de cubanos residentes, al tiempo que ingresaron al país 749 000 cubanos residentes en el exterior y unos 28 millones de visitantes.
Aclaró que durante la administración del expresidente Donald Trump comenzó a disminuir este flujo, como resultado del recrudecimiento del cerco económico y del incremento de la política subversiva contra Cuba.
«Solo entre 2018 y 2019 hubo una caída de 500 000 visitantes a nuestro país, debido a esta política hostil», subrayó.
Además, añadió que los intentos de los ee. u.u de asfixiarnos económicamente se reflejan en el proceso migratorio, mediante el tránsito irregular por la vía marítima y la salida legal desde Cuba con el posterior tránsito por fronteras, que han ido aumentando. «Solo en este año han sido devueltas 574 personas que arriesgaron sus vidas para llegar a suelo estadounidense», reveló.
Entre las consecuencias de esta travesía irregular por el mar, el coronel Mario Méndez mencionó la alta letalidad por naufragios, la presencia frecuente de niños, el empleo de medios rústicos que no tienen condiciones para navegar largas distancias y los efectos sicológicos posteriores que deja.
Con relación al otro tipo de salida que realizan las personas que viajan legalmente desde Cuba hacia el exterior y se incorporan al tránsito ilegal o se asientan en un tercer país, detalló que ese recorrido desde Sudamérica dura entre 30 y 45 días, y «es muy difícil no caer en las manos de traficantes o ser víctimas de otros atropellos como robo, violación y tráfico de personas».
