Carolina Barrero fue liberada tarde en la noche del jueves tras una detención violenta en su vivienda durante la que fue golpeada y arrastrada en ropa de dormir por un agente de la Seguridad del Estado.
Trasladada a la unidad policial de Infanta y Manglar, fue acusada por la teniente coronel Kenia María Morales Larrea del delito de “Instigación a delinquir, contemplado en el Artículo 202.1 del Código Penal, por una publicación en su cuenta de Facebook realizada el pasado domingo, 27 de junio”.
“Ese día, cinco miembros del 27N llegamos a Villa Marista a preguntar por el artista Hamlet Lavastida, recluido e investigado en ese centro de detención por el supuesto delito de Instigación a delinquir. Llevábamos también una cinta negra en el brazo por la liberación los presos políticos, una iniciativa del 27N para exigir el cese de la represión sobre quienes disienten del discurso oficial”, escribió Barrero en la red social.
En el post, publicado en Facebook, la curadora de arte y activista del 27N narra, además, los detalles de lo que calificó como “un secuestro meticulosamente planificado”, al que se resistió, pero fue sometida con fuerza bruta.
“Sucedió muy rápido. Abrí la puerta, no salí, solo alcancé a extender la mano para recibir un encargo de mi padre, y un hombre enorme, que se escondía tras la puerta, me levantó en peso y me sacó a la fuerza. Me resistí, me moví en el aire todo cuanto pude y atiné a gritar el nombre de Yamilka. Ella tenía que saber que me llevaban y que subirían a por ella”, escribió.
La artista señaló que la detención “fue una operación de extracción, un secuestro meticulosamente planificado, cargado de la violencia que confiere a los opresores el sentido de la impunidad. Sin nasobuco, medio descalza, y con un golpe en la cabeza me metieron en un carro particular”.
Ahora se encuentra recogiendo sus pertenencias, porque la desalojaron del alquiler en que se encontraba, dijo a la periodista Ivette Pacheco, de Radio Martí, la historiadora del arte Yamilka Laffita, quien se encontraba con Barrero en el momento del arresto.
Barrero argumenta que exigir la liberación de los presos políticos “no es un delito, no hay ningún artículo del código penal que lo prohíba, por lo que, extender a manifestar pública y pacíficamente a quien sienta suyo este reclamo, tampoco podría serlo”.
No obstante, la artivista cree que el motivo de la detención del jueves fue otro:
“Sobre una sábana escribimos con rojo de labios estos versos de Martí, la última estrofa del último poema de los Versos Sencillos. La dejó estampada en mi pecho la plenitud de otro pecho fiero y entero.
Verso, nos hablan de un Dios
a donde van los difuntos:
Verso, o nos condenan juntos
o nos salvamos los dos.
Las organizaciones Human Rights Watch y Amnistía Internacional exigieron el jueves la liberación inmediata de Barrero, y denunciaron que el régimen cubano la mantiene bajo vigilancia policial en su vivienda, y bloquea a conveniencia su acceso a internet.
Laffita, que se identifica en redes como Lara Crofs, explicó, además, que la fiscalía debe dar respuesta este viernes a un habeas corpus corregido, interpuesto a favor del artista Hamlet Lavastida.