A pesar del reforzamiento de los mecanismos represivos en la isla, en el mes de junio se produjeron 249 manifestaciones públicas de protesta en Cuba, la mayoría protagonizadas por mujeres, indica el reporte mensual del Observatorio Cubano de Conflictos (OCC).
La entidad reconoce “el papel excepcional de las mujeres” en el movimiento de rebeldía e insumisión de la Cuba de hoy.
“Las mujeres se hacen presente en la primera línea de las protestas callejeras, en campañas de okupas de locales vacíos para convertirlos en viviendas provisionales, en las protestas contra el abandono del sistema de salud, el desabastecimiento de alimentos y fármacos, la resistencia cultural de los artistas, las protestas en las redes, los cacerolazos y pintada de consignas en espacios públicos aprovechando la penumbra del apagón”, reconoce el OCC.
Para la entidad, las cifras de junio (con un ligero aumento (8%) en comparación con mayo (231) son realmente llamativas “teniendo en consideración que en el mes de junio se combinaron una ola represiva como no se veía hacía mucho tiempo, las peores cifras de la pandemia de Covid-19, la escasez total que obliga a dedicar todo el tiempo a las colas como medio de supervivencia y los toques de queda en las ciudades”.
El OCC resalta que estas acciones ocurrieron aún cuando los principales activistas políticos están encarcelados, detenidos o en prisión domiciliaria con guardia permanente en la puerta de sus domicilios.
“Las redadas, detenciones y encarcelamiento de activistas, así como la inmovilización en sus domicilios con patrullas de policías no han disminuido sustantivamente las protestas políticas al tiempo que suben aún más las protestas por motivos económicos, sociales y culturales”, asegura el informe.
El reporte destaca el aumento de las protestas contra el estado de los hospitales, los centros de confinamiento obligatorio y la ausencia total de fármacos básicos.
“Según algunos expertos, cierto porcentaje de la población, en especial personas mayores de 40 años todavía soportaban todas las penurias de la escasez y las faltas de libertades civiles y políticas porque contaban con un “buen sistema de salud pública”. La propaganda de Cuba como potencia médica había calado en los huesos. Sin embargo, este mes con 46 protestas en toda la isla ha comenzado el desplome del último mito que le quedaba a la “Revolución Cubana””, agrega el estudio.
El OCC llama la atención sobre nuevas formas de protesta: “Durante los apagones aparecen pintadas en bancos de parques en Santiago de Cuba. El Movimiento 27N convoca a usar una cinta de luto en el brazo como protesta por los presos políticos. Se despliegan carteles de denuncia de alta calidad gráfica en las redes. Se manifiestan indomables las protestas en la plaza digital a pesar del “patrullaje digital” de ciberclarias (troles) y la represión a quienes protestan o critican en ese terreno virtual. Mientras que grupos ciudadanos, entre los que se destacan las mujeres, escenifican mini explosiones sociales como toques de cazuelas y bloqueos de avenidas principales”.
Entre los estallidos espontáneos citan el protagonizado por mujeres en la Calzada del Cerro y otras en Centro Habana, El Vedado o Henequén, en el municipio de Mariel, donde los ciudadanos se manifestaron contra la violencia policial.
El OCC resalta otras acciones como la campaña del Movimiento 27N #EnCubaSíHayPresosPolíticos, la demanda ante Villa Marista (Seguridad del Estado) por los derechos del artista Hamlet Lavastida o la campaña en Twitter #ProhibidoOlvidar en referencia a los presos de la protesta de la calle Obispo.