Concluyó junio como el peor mes para el béisbol cubano en décadas. El 2021 también será el peor.
Motivos: Cuba no pudo clasificar en el mes de junio al torneo de béisbol de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, y por primera vez, desde que se estableció el sistema de clasificación, el equipo de la mayor de las Antillas quedó fuera del top ten del ranking, dado a conocer por la Confederación Mundial de Béisbol y sóftbol (WBSC).
JAPON SIGUE DE LÍDER
Japón mantuvo el liderazgo, pero Cuba descendió 4 escalones, del séptimo al onceno peldaño. Ya no está entre los diez primeros puestos entre 84 países y territorios.
Esa noticia es desastrosa para Cuba, si tenemos en cuenta el historial en eventos internacionales desde que Cuba ganó el título en el Campeonato Mundial de 1939, hasta la edición del 2005 que subió a lo más alto del podio de premiaciones.
También Cuba acumula muchos galardones en Copas Mundiales, Series del Caribe, Juegos Panamericanos y Centroamericanos y del Caribe, entre otros.
Del 2007 al 2021 han sido años difíciles para el béisbol cubano. Apenas se han impuesto en algunos eventos internacionales.
Ya no dominan en Mundiales de mayores y juveniles, y tampoco en categorías infantiles.
Con el decursar de los años, se ha perdido la denominada pirámide deportiva, que daba inicio en las pre EIDE, y posteriormente pasaba por la EIDE, ESPA provincial y Nacional, de donde se captaban a la inmensa mayoría de los prospectos.
Dirigentes, técnicos y entrenadores del Instituto Nacional de Deportes y Recreación (INDER), al parecer, y así se ve, se nota, no hacen el mejor trabajo en la captación de futuras estrellas.
Hay desánimo. Lo material es sumamente importante, los implementos deportivos, pero si el alumno no ve el entusiasmo que debe tener el técnico, el entrenador, ese aspecto negativo, desde el punto de vista psicológico, lo percibe el atleta.
La verdadera motivación tiene que salir del profesor dirigido al alumno. Y eso, lamentablemente, se ha perdido en un gran por ciento en la pelota cubana.
Ahí es donde el técnico tiene que trabajar bien con el pelotero, enseñar lo bueno, transmitir los conocimientos básicos y que ese atleta desde la base, desde la niñez, reciba la buena enseñanza y pase a formar parte de la cantera deportiva.
Es cierto que varios países han mejorado su béisbol en las últimas décadas, pero que el deporte nacional haya tenido una caída estrepitosa en los últimos 15 años, ha encendido las alarmas.
No me quiero referir a la salida de Cuba de brillantes peloteros de forma legal e ilegal (algunos triunfan en las Grandes Ligas) para buscar su sueño de poder jugar en la mejor pelota del mundo, y de paso ayudar a sus familiares y amistades desde el punto de vista económico, sino de la falta de motivación que se palpa desde la base hasta el equipo nacional.
Hay muchos factores que pueden ayudar en el desarrollo del béisbol, pero si no hay motivación de técnico-alumno, hay que cambiar esa metodología, esa mente.
CUBA CON UNA CAÍDA DRÁSTICA EN EL RANKING MUNDIAL
El descenso de Cuba en la arena internacional se ha hecho notable. El 31 de diciembre del 2012 Cuba estaba al frente de la clasificación mundial.
En el 2014 Cuba descendió al tercer escalón, en el 2016 pasó al quinto puesto, y en el mes de septiembre del 2018 ascendió al cuarto escaño.
Sin embargo, según datos de la WBSC, en diciembre de ese propio año 2018 bajó al quinto escalón.
En diciembre del 2019 Cuba ya estaba en el octavo puesto en el ranking mundial, tras no tener resultados favorables en la arena internacional.
El 18 de marzo del pasado año Cuba mejoró un puesto (7). Tras los resultados, no nada halagüeños en los últimos 15 meses, Cuba pasó del séptimo peldaño al onceno el 28 de junio pasado. Bajó nada más y nada menos que 4 puestos.
De esa forma, el béisbol cubano, el deporte nacional, ya no está en el TOP TEN.
Esos diez primeros puestos son para Japón, Taiwán, Corea del Sur, EEUU, México, Australia, República Dominicana, Canadá, Holanda y Venezuela en el décimo lugar.
CUBA AUSENTE EN TOKIO
Lamentablemente concluyó una etapa en la cual por primera vez Cuba quedó fuera del béisbol de los Juegos Olímpicos.
Un onceno lugar en el ranking pone a Cuba al borde de estar fuera del Premier 12, torneo al que avanzan las primeras doce naciones.
En fin, Cuba necesita desarrollar el béisbol desde etapas tempranas, y sobre todo a partir de las categorías 13-14 y 15-16 años, ciclos que son la antesala de campeonatos juveniles y de la Serie Nacional, así como la denominada Liga de Desarrollo, que ya desapareció, al menos en estos momentos.
Cuba necesita volver a tener una buena estructura beisbolera, pero con la situación económica que atraviesa el país, es muy difícil comenzar a organizar eventos desde la base con la calidad que se requiere, y que al menos la mayoría de los equipos, de los municipios y provincias cuenten con implementos deportivos necesarios para hacer del béisbol una práctica diaria.
Eso conllevaría a que se expanda el béisbol en todas las categorías , lo que se conoce en Cuba cómo la Pirámide Deportiva, desde la etapa de la niñez, hasta las preselecciones nacionales juveniles y de mayores.
Se necesita un trabajo serio, constante, y aunque no sea muy bien remunerado económicamente, que los equipos de las diferentes categorías cuenten con al menos lo mínimo para volver a impulsar de nuevo el pasatiempo nacional a planos mayores.
CUBA SIN DIRIGENTES EN BÉISBOL
Recientemente fallecieron en La Habana a causa de la COVID-19 los dos principales dirigentes del béisbol cubano. Sin embargo, el INDER no ha sustituido a los fallecidos: un presidente de la Federación y su comisionado.
Muchos fans de la isla han criticado al organismo deportivo, si tenemos en cuenta que la Serie Nacional debía de comenzar en agosto próximo (fue cancelada momentáneamente por la difícil situación de la pandemia, que reportó en la última semana más de 12 mil contagiados).
A estas alturas al menos debía de estar designado un presidente o comisionado nacional para atender todo lo relacionado con el deporte nacional en Cuba. Hasta ahora esa o esas posiciones brillan por su ausencia, y eso parece reflejar otros problemas estructurales en el deporte.