Puede ser que no sea la cúspide de la COVID-19, pero en esta semana Sancti Spíritus ha vuelto a transitar de una elevación a otra en un trayecto tan sinuoso como cercano a la cima, al menos de este intenso rebrote que venimos padeciendo desde inicios de año.
Y como accidentes geográficos de esta cuesta aparecen los picos de más de 100 enfermos que hemos tenido en las últimas tres jornadas, aunque tampoco es de despreciar que los restantes días las cifras de pacientes superaron los 40 contagiados.
Que desde el domingo y hasta este viernes se hayan diagnosticado 510 espirituanos con el SARS-CoV-2, que la mayoría de ellos sean autóctonos y contactos de casos confirmados con anterioridad, que más de medio centenar no tengan una fuente de infección determinada, que en los ocho municipios de la provincia se notifiquen enfermos… son, acaso, las cartas credenciales de una transmisión exponencial y que no amaina.
El peor escenario, sin dudas, lo vive la cabecera provincial: 328 residentes en dicho territorio han sido diagnosticados en lo que va de semana y se dispersan por todas las áreas de salud. A ello se suma que es aquí donde se hallan abiertos los cinco eventos de transmisión local existentes en la provincia: el de la Calle 17 Octava, el del Camino del Tanque de Agua, el de Céspedes, en Kilo-12, el de Juan González —todos estos comunitarios— y el institucional que se abrió en el Hogar de Ancianos Municipal.
Al referirse a tal complejo panorama, el doctor Manuel Rivero Abella, director provincial de Salud, revelaba un comportamiento de la epidemia que evidencia la elevada contagiosidad del virus: “El 70 por ciento de los casos sospechosos están dando positivos, lo que quiere decir que el virus está bien diseminado, sobre todo en Sancti Spíritus.
“Hemos tenido que ampliar las capacidades para positivos y para sospechosos, lo cual ha traído consigo que se hayan reducido las capacidades para contactos. Hay un número importante de contactos de positivos en la ciudad cabecera que están en las casas y hay muchas violaciones en los hogares; eso no nos ha permitido controlar la epidemia y se incrementa el número de casos”, admitió Rivero Abella.
A ello se añade que todos los municipios han ido disparando sus dígitos durante la semana, unos con menos discreción que otros: Cabaiguán acumula ya 71 enfermos; Trinidad, 45; Fomento, 22; Jatibonico, 19; Yaguajay, 12; Taguasco 11 y La Sierpe, 2.
Y todo ello puede obedecer, además de a las indisciplinas que siguen sucediéndose y a las omisiones de contactos, por ejemplo, a las nuevas variantes del SARS-CoV-2 que están circulando en nuestro territorio.
“En el último estudio que realizó el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí, que se hace semanalmente —dijo Rivero Abella—, la variante que se detectó en Sancti Spíritus fue la californiana. De todas formas, por la gran cantidad de críticos que hemos tenido, la evolución tórpida de los pacientes y la gran cantidad de personas que están alrededor de un control de foco y de un evento, creemos que también esté circulando otra variante”.
Lo cierto es que en los últimos 15 días la cifra de espirituanos notificados con la enfermedad supera el millar y la tasa de incidencia de casos confirmados de la provincia asciende a 218.88 por 100 000 habitantes. En este sentido los indicadores más desfavorables corresponden a Sancti Spíritus con 434.07, lo cual inscribe a la capital provincial entre los municipios del país con una de las tasas más elevadas; Cabaiguán, 208.55; Fomento, 173.50 y Trinidad, 143.28.
Los números de la provincia siguen andando por las nubes; la transmisión, también. En la cima de este rebrote, donde puede que ahora mismo nos encontremos, deberíamos repasar palmo a palmo el trayecto para no seguir tropezando con las mismas piedras.