La madre de la activista Thais Mailén Franco Benítez pudo verla este martes en el hospital Calixto García, en La Habana, donde fue trasladada tras una caída que sufriera en prisión.
Odalis Benítez, madre de Thais, dijo a Radio Martí que no la reconoció entre alrededor de 10 personas que estaban en una habitación del cuerpo de guardia del hospital.
“Muy delgada, muy pálida, muy encorvada. Y ella es la que me identifica a mí. Por ella decir, ¡mamá!, es que enseguida la giran delante de mí, pero me dicen: no puedes hablar, no puedes comunicarte con nadie”, relató la mujer.
Momentos después, y escoltada por tres mujeres uniformadas, fue trasladada caminando hacia un pabellón de consultas al final del centro médico.
“Ella estaba en la prisión en silla de ruedas y la caminaron por todo el hospital. Dos veces ella se viró, que no la siguiera, porque le alertaron que no podía hablar conmigo. Cuando ya casi estaba llegando al lugar de la consulta, ya la vi de lejos, y ya grité, abrí los brazos y…, por favor, soy una madre”, dijo Benítez, visiblemente afectada.
En ese momento, una de las tres mujeres que escoltaba a Thais se dirigió hacia Benítez. “Me dijo, yo soy madre también, pero creo que va a complicar a su hija. Al final se le está atendiendo. Su hija no tiene fractura. Y digo: Pero ¿y qué dice el médico? ¿qué es lo que tiene? Y dice: tiene mucha inflamación en el golpe”.
Benítez explicó a Radio Martí que vio como Thais era retornada, el mismo martes, en una ambulancia, hacia la prisión de mujeres del Guatao, en La lisa, La Habana.
El miércoles, su padrastro y esposo le llevaron una bolsa con artículos de aseo. En horas de la tarde, Thais hizo una llamada telefónica en la que comunicó que agentes de la Seguridad del Estado la visitaron en la prisión.
“Le cuestionaron que, si ella tenía los niños, que “por qué estaba metida en eso, y que recibía dinero de afuera, como mercenaria. Ella manifestó que sí, que el papá de sus hijos le manda dinero, y que era una injusticia tenerla ahí”, señaló Benítez.
Entonces, los agentes le preguntaron que por qué ella no se había ido del país, si logró salir a Panamá. “Les dijo que ella tenía tres hijos que mantener, y que la tenían que sacar ya de ahí, que ella no había hecho nada para estar detenida”.
La activista fue arrestada el 30 de abril por participar en una protesta pacífica en la calle Obispo, en La Habana, donde los manifestantes exigían ver al artista Luis Manuel Otero Alcántara, que en ese momento se encontraba en una huelga de hambre y sed, a unas cuadras del lugar.
Las autoridades cubanas acusan a Franco Benítez, y al resto de los participantes de la protesta de Obispo, de los delitos de “desorden público y resistencia”. Numerosas organizaciones defensoras de los derechos humanos han exigido al régimen de Cuba la liberación de los detenidos, y el retiro de los cargos.