LA HABANA, 24 jun.- El embargo de Estados Unidos contra Cuba fue sometido nuevamente este miércoles 23 al escrutinio de la comunidad internacional, que aprobó por 184 votos a favor una resolución de condena contra la medida, ante una moción presentada por La Habana que resaltó que el cerco se recrudeció durante la pandemia de la covid-19.
Por vigésimo novena ocasión, la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) evaluó y aprobó , con los solitarios votos en contra de Estados Unidos e Israel, una resolución sobre la “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba”.
La votación incluyó las abstenciones de Colombia, Ucrania y Emiratos Árabes.
En su presentación del tema, el cubano ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, expuso los daños ocasionados a su país por una política estadounidense que priva a Cuba y su pueblo del derecho a la paz y al desarrollo y constituye una “violación masiva de los derechos humanos”.
Un representante de la delegación estadounidense dijo al defender la postura de su gobierno que Estados Unidos determina las relaciones económicas con otros países de conformidad con sus intereses nacionales y las sanciones son una serie de herramientas para promover la democracia y el respeto de los derechos humanos.
La condena contra el embargo es la primera que se realiza bajo la presidencia en Estados Unidos del demócrata Joe Biden, quien hasta ahora defraudó a quienes esperaban un cambio en la política hacia Cuba de su antecesor Donald Trump (2017-ene 2021), o al menos el desmonte de algunas de las 243 medidas con que el republicano endureció el cerco.
La demanda de Cuba estuvo precedida de una jornada global de apoyo en decenas de ciudades del mundo, estimulada por la campaña Puentes de Amor, del profesor cubanoamericano Carlos Lazo, que pide a Washington derogar las sanciones contra la isla e iniciar un acercamiento que beneficie a las familias de ambos lados del estrecho de la Florida.
La movilización se extendió durante varios fines de semana e incluyó caravanas de vehículos, bicicletas, regatas, caminatas y marchas en urbes de alrededor de una veintena de países – Cuba y Estados Unidos-, entre ellos, para solicitar a Washington el fin del embargo considerado el más más prolongado de la historia moderna.
El informe a la ONU señala que el embargo causó a este país pérdidas por más de 3 586 millones de dólares solo entre abril y diciembre de 2020, cifra que ascendió a más de 9 000 millones de dólares en el período que va de abril de 2019 a diciembre de 2020.
“La aviesa intención de fortalecer el bloqueo en esta coyuntura revela su particular rostro inhumano y el marcado interés de aprovechar la recesión económica que acompaña a la pandemia para promover inestabilidad social y rendir al pueblo cubano por hambre, carencias y necesidades”, añade el texto.
El documento brinda un pormenorizado relato de las medidas aplicadas para impedir el normal desarrollo del trabajo científico en el enfrentamiento de la crisis sanitaria y afirma que las afectaciones al sector de la salud ascendieron a 198 millones 348 000 dólares entre abril y diciembre de 2020.
Aun en medio de esa situación, Cuba celebra en estos días que dos de sus cinco prospectos de antígenos contra la covid están próximos a convertirse en las primeras vacunas de América latina y el Caribe, fruto del talento científico desarrollado en la isla caribeña a partir de la década de los 80 del pasado siglo.
Se trata de las formulaciones Abdala, desarrollado por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, y Soberana 02, del Instituto Finlay de Vacunas. Entre los días 16 y 21 se dieron a conocer resultados preliminares de estos dos proyectos en su tercera y última fase de pruebas.
Abdala arrojó una eficacia del 92,2 por ciento en un esquema de tres dosis, en tanto Soberana 02, en un esquema de dos dosis, mostró un 62 por ciento de eficacia. Las autoridades científicas aseguraron que ese porcentaje debe ser superior luego de aplicarse una tercera dosis de Soberana Plus, cuyo resultado se conocerá en próximas semanas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que para que una fórmula sea considerada vacuna debe demostrar una eficacia igual o mayor al 50 por ciento. El paso siguiente es solicitar la autorización de uso de emergencia al Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (Cecmed).
Una vez obtenido el visto bueno de ese organismo regulador en Cuba, comenzaría el proceso para obtener la validación internacional de las dos vacunas cubanas.
Ambos fármacos en desarrollo ya están siendo administrados a miles de personas en el contexto de estudios de intervención sanitaria y en paralelo a los ensayos clínicos, como parte de la estrategia para frenar los contagios en la isla, que atraviesa la tercera y peor ola pandémica.
La población cubana de 11,2 millones sufre el impacto de medidas del embargo, llamado internamente bloqueo, como las restricciones a los vuelos, la eliminación de las vías expeditas para el envío de remesas, la suspensión del programa de reunificación familiar, así como el cese de los servicios consulares en el territorio nacional y su ubicación en terceros países.
“El bloqueo impide la adquisición de medios y tecnologías que sin dudas elevarían mucho más el nivel de preparación de nuestros estudiantes, pero la escasez de recursos también se hace sentir en nuestras familias con mucha fuerza, especialmente en la alimentación”, comentó a IPS la profesora de enseñanza primaria Alina García.
Esta es la vigésimo novena ocasión en que Cuba presenta su moción contra el embargo de Washington, que desde hace años recibe el reiterado y contundente respaldo de la comunidad internacional. En su voto contrario a la resolución, Estados Unidos ha estado invariablemente acompañado de Israel.
No obstante, este ejercicio anual en el cual Cuba presenta una acuciosa evaluación del costo que significa para el país el cerco económico y comercial iniciado en 1962, sorprendió en 2016, cuando Estados Unidos, seguido por Israel, optó por la abstención. La resolución fue aprobada por una abrumadora mayoría de 191 estados.
El gesto siguió a la visita que el presidente Barack Obama (2009-enero 2017) realizó en marzo de ese año, junto a su familia, a la isla caribeña, tras el restablecimiento de relaciones diplomáticas bilaterales en julio de 2015.
En 2019, se rompió la tradicional unanimidad regional contra el embargo dentro de la ONU, cuando Brasil, presidido desde enero de ese año por el derechista Jair Bolsonaro votó en contra de la moción por el cese del embargo, en tanto Colombia, gobernado por Iván Duque se abstuvo.
Esa resolución fue aprobada por 187 votos a favor tres en contra (Estados Unidos, Israel y Brasil) y dos abstenciones (Colombia y Ucrania).