Senadores republicanos bloquearon este martes la votación de un proyecto de ley de reforma electoral auspiciado por los demócratas que busca preservar el derecho al voto de minorías.
La propuesta, denominada For the People Act (Ley para el Pueblo), no avanzó en la Cámara Alta porque en una primera votación el hemiciclo quedó dividido 50-50, o sea, por debajo de los 60 votos necesarios para comenzar su análisis en el plenario.
El objetivo de ese proyecto, ya aprobado en la Cámara de Representantes, es proteger el derecho al sufragio y compensar las acciones desarrolladas en los últimos meses por el partido rojo en numerosos estados del país para restringir la asistencia a las urnas de determinados sectores de la sociedad.
Al conocerse la noticia el presidente estadounidense, Joe Biden, emitió una declaración en la que arremetió contra ‘el sólido muro republicano’ que impide ‘considerar una legislación para proteger el derecho al voto y la democracia’.
El mandatario apuntó que la lucha está lejos de terminar y aseguró que la próxima semana continuarán las negociaciones con esfuerzos redoblados para conseguir la aprobación de la medida.
El líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer, lamentó que sus opositores ni siquiera se atrevieran a debatir porque tienen miedo.
‘Quieren negar el derecho al voto, desean hacer que sea más difícil votar para tantos estadounidenses’, expresó el legislador citado por la cadena NBC.
Por su parte, el congresista Mitch McConnell, líder de la minoría en la Cámara Alta, dijo que el Senado es un obstáculo necesario cuando ‘la política es defectuosa y el proceso está podrido’, señaló el diario The Hill.
La propuesta que los republicanos se negaron a debatir es vista por sus defensores como una legislación de máxima prioridad después de las elecciones de 2020, ya que los estados imponen nuevas leyes restrictivas para obstaculizar el acceso a las urnas.
La disposición establecería estándares nacionales de votación, cambiaría la composición de la Comisión Federal de Elecciones, revisaría el financiamiento de las campañas, y establecería nuevas reglas sobre la redistribución de distritos electorales.
De esa forma los demócratas buscan contrarrestar las restricciones al voto impuestas recientemente en estados dominados por los conservadores, con la aprobación de 14 leyes que limitan el sufragio de las minorías hispana y afroamericana, menos inclinadas a acudir a las urnas.