La tiradora Eglys de la Cruz ha podido llevar adelante su carrera durante años, incluso ganar una medalla de bronce en Beijing-2008, gracias a «mi familia, en especial a mi madre y abuela que han sido de gran ayuda para continuar en el deporte. En estos momentos cuidan a mi hija para que yo esté entrenando aquí en España».
«El entrenamiento es todos los días, de seis a siete horas. El rifle de aire es nuevo y de los mejores del mundo, mientras el de balas es el mismo con el que obtuve el tercer lugar en Beijing. Son jornadas agotadoras, porque las armas pesan entre cinco y seis kilogramos», afirmó la espirituana, y agregó que intercambia opiniones con su esposo, quien también es tirador.
La cubana logró el bronce olímpico en la modalidad de rifle 3×20 a 50 metros, implantando récord nacional de 687.6, detrás de la china Du Li y la checa Katerina Emmons. Además, desde los Juegos Panamericanos de Santo Domingo-2003 ha ganado cuatro medallas continentales, la última en la cita de Lima-2019 en rifle 3×40 a 50 metros, con resultado de 454.2 puntos.
Nacida el 12 de abril de 1980, mientras conversábamos vía internet reconoció que es una persona callada y las entrevistas la ponen nerviosa. Tal vez ese comportamiento de hablar poco le ayude en su concentración a la hora de tirar, y aseguró: «me preparo fuerte para Tokio, pues son varias las estelares aspirantes a medallas entre las que estaré yo.
«Estos días aquí en España han sido excelentes en cuanto a entrenamiento, después de un buen tiempo de no acceder al polígono por la pandemia, se están aprovechando al máximo las condiciones. Lo difícil es lo que se extraña, principalmente cuando se tienen hijos».