Thais Mailén Franco Benitez, una de las activistas detenidas el 30 de abril durante una manifestación pacífica en la calle Obispo, en La Habana, aún sufre las consecuencias de una caída en prisión que la ha dejado en un sillón de ruedas.
Su madre, Odalis Benítez, dijo este martes a Radio Martí que está muy preocupada por la joven, quien cayó de espaldas la pasada semana mientras hacía labores de limpieza en la cárcel de mujeres del Guatao.
“Ella (Thais) llamó ayer precisamente, le pregunté ¿qué te pasa?, y dice que mucho dolor, mucha inflamación que tiene en las caderas”, explicó Benítez. “Se mantiene en silla de ruedas porque no puede prácticamente caminar del dolor”.
Según la madre de la activista, las compañeras de celda de su hija “la ayudan” y para aliviarle los dolores, el personal de salud del centro le administra “Diclofenac”, un analgésico que, indicó, “le está provocando arritmia, porque le sube la presión, ella es hipertensa”.
Benítez agregó que, entre martes y miércoles, su hija tendría una consulta para ser valorada por un neurólogo.
Según un post en Facebook de la consultoría jurídica Cubalex, la activista fue trasladada en horas de la mañana de este martes al hospital Calixto García.
“Hoy fue trasladada Thais Franco al hospital Calixto García. En el centro impidieron que su mamá se acercara para hablarle o conocer las circunstancias de la caída que sufrió el 16 de junio. La activista, que se le dificulta mucho caminar, era conducida por tres agentes. Aparentemente no tienen silla de ruedas para trasladarla.
Cubalex denunció que los agentes amenazaron a la madre de Thais con quitarle el teléfono si grababa, y le advirtieron que no denunciara la situación de su hija porque podría afectarla más.
La madre de la activista, que es una enfermera intensivista ya jubilada, también dijo a Radio Martí que conoce las complicaciones que puede tener una caída de esa envergadura.
“Solamente, de espaldas, un golpe en la cabeza: una conmoción o una contusión cerebral, que puede derivar en un hematoma. Me habla (Thais) de vértigos, me habla de náuseas, de desubicación por segundos del lugar (donde se encuentra)”, señaló.
La periodista independiente Mary Karla Ares, una de los detenidas en Obispo por cubrir lo que allí sucedía, dijo a Radio Martí sentirse también preocupada por Franco Benitez.
“Me da muchísimo dolor lo que Thais está pasando, que es tan mujer como yo, madre de tres hijos menores de edad, y sufrió una ‘supuesta’ caída y me preocupa cómo está haciendo su vida allá, cómo se baña, cómo come”.
Ares, que estuvo en prisión y desde hace casi un mes cumple reclusión domiciliaria, comentó sobre su actual situación.
“Es tu mente”, aseguró la comunicadora, “que te está diciendo constantemente que tienes prohibido algo, y sabes que (esa prohibición) es ilegal, que estás presa ilegalmente por algo que no existe”.
La tercera mujer detenida en la calle Obispo, en medio de una protesta pacífica a finales de abril, es Nancy Vera, una transeúnte que pasaba por el lugar con su hijo, Yuisán Cancio, quien también fuera llevado a la cárcel tras los hechos. Vera cumple en este momento prisión domiciliaria en Alamar, La Habana del Este, donde reside.