El doctor Mengana agradece a la Medicina lo que es hoy: un buen ser humano; y en esa definición se encierran días y noches de desvelos, actos de buena voluntad. Me despido con ansias de saber más, pero llevo conmigo la imagen del cubano en África, del padre y el esposo dedicado, del galeno siempre dispuesto y del hombre de gran corazón.