Con el incremento de casos de COVID-19 en Cuba, nuevos territorios han sido aislados en medio de una crisis en los centros de aislamiento, demoras en la realización de las pruebas PCR y el desabastecimiento de alimentos y medicamentos que enfrenta la población, dijeron a Radio Televisión Martí cubanos desde la isla.
Dairis González Ravelo lleva seis días internada en el centro de aislamiento ubicado en escuela de Ciencias Médicas, en Morón, provincia de Ciego de Ávila, donde la poca agua disponible es cargada en cubos por los propios pacientes y la alimentación es pésima y escasa. Además, su esposo e hijos permanecen en casa, y ya transcurrió más de una semana sin que se le haya practicado el PCR.
Cuba reportó este martes otro récord de casos activos (8,862), un total de 1,489 contagios y 10 fallecimientos a causa del COVID-19.
El número de casos registrados desde el inicio de la pandemia asciende a 170,854, y el de muertes a 1,180.
Según el reporte del MINSAP, 43 de los casos confirmados tuvieron fuente de infección en el extranjero.
Por provincias, las cifras más altas de contagios corresponden a La Habana (319), Camagüey (201), Santiago de Cuba (164), Matanzas (160) y Ciego de Ávila (104).
Permanecen ingresados 33,930 pacientes: 7,337 sospechosos, 17,931 en vigilancia y 8,662 confirmados activos. En terapia intensiva, 156 pacientes confirmados, de ellos 62 críticos y 94 graves.
“Las condiciones son pésimas, no hay atención ninguna. Tienes que estar detrás de una dipirona para el dolor de cabeza cuando te sientes mal, porque parece que se la quieren llevar para ellos, porque no hay medicamentos, y al no estar comiendo nada me siento más débil todavía”, dijo González Ravelo.
Desde San Miguel del Padrón, en la capital, Eduardo Lázaro Ceijas Falcón relata las condiciones del centro de aislamiento en la Universidad de Ciencias Informáticas, donde permaneció recientemente por ser positivo de coronavirus.
“No hay un medicamento antidiarreico, tampoco para la hipertensión arterial. Hay un descontrol total, están en un colapso, y la alimentación también es muy mala”, afirmó.
La provincia de Sancti Spíritus enfrenta el peor momento desde el inicio de la pandemia, actualmente con una tasa de incidencia de 1,578 casos por cada 100 mil habitantes. Desde allí reportó sobre la situación el periodista Adriano Castañeda.
“Hay 56 centros de aislamiento a capacidad completa, y hay que destacar la falta de medicamentos en esos lugares, además de la situación en el hospital provincial Clínico Quirúrgico Camilo Cienfuegos, donde hay un déficit importante de medicamentos”, dijo el comunicador.
Camagüey está cerrada por el aumento de los casos, y el Ministerio de Salud Pública (MINSAP) reconoció que el laboratorio de Biología Molecular, en la ciudad, se contaminó en pleno rebrote de los casos. En medio de esa situación, el desabastecimiento es total, señala Leydis Tabares.
“Antibióticos no hay ninguno, tampoco antidepresivos y antialérgicos. Aquí hay veces que las personas salen a la tienda en busca del pan hasta cuatro veces al día, porque no llega el alimento”, detalló.
Y en Santiago de Cuba, la segunda provincia más afectada en toda la nación, el activista de la organización opositora Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) Ovidio Martín Castellanos, apunta que siguen las colas y el faltante de medicamentos y alimentos.
“Se ve claramente que la cadena de contagio se le hace imposible a las autoridades poderla controlar”, concluyó el opositor.