Devueltos por las autoridades estadounidenses el opositor cubano Daniel Llorente, conocido como «el hombre de la bandera«, y su hijo Eliezer Llorente Pérez, tras intentar pedir asilo en EEUU.
El disidente y su hijo permanecen en México, porque de acuerdo a las autoridades de Estados Unidos el puente internacional de Laredo está cerrado debido a la crisis con el Covid-19.
Según Llorente, el trato no fue bueno por parte de los oficiales estadounidenses, quienes no le explicaron cómo sería el proceso para pedir asilo.
Llorente y su hijo se encuentra en la Casa del Migrante (AMAR) en el país azteca, que gracias a la labor del pastor Palacios Benavides, brinda a cubanos y a otros migrantes alimentos y hospedaje, además de asesoría legal.
La trabajadora social mexicana Liliana De la Rosa detalló a Diario de Cuba, que el caso de Llorente y su hijo es especial, debido a la persecución y el hostigamiento que recibieron en Cuba, por lo que mañana lunes su caso «será estudiado por un abogado de la fundación».
«Llevo a mi futura patria arropándome y a mi Cuba en mi corazón. Para que no se me olvide seguir luchando por la libertad de mi patria y mi pueblo», expresó el activista.
Hay que recordar que el 1 de mayo de 2018 Llorente se atrevió a correr con la bandera de Estados Unidos, en un desfile oficial en la Plaza de la Revolución, lo que le costó una detención durante meses en la cárcel de 100 y Aldabó, recibiendo un trato degradante.
El opositor fue golpeado, torturado, y luego llevado al Hospital Psiquiátrico de La Habana, conocido como Mazorra.
«Los días y las noches las pasaba en un pequeño cuarto, con personas con problemas mentales», reveló sobre esa terrible experiencia.
Luego de ser puesto en libertad Daniel Llorente fue detenido en múltiples ocasiones, y en mayo de 2019 desterrado a Guyana.
En ese país sobrevivió trabajando duro por muy poco dinero, y gracias a la ayuda de artistas cubanos en Miami.
Mientras su hijo continuaba en la Isla sufriendo la presión constante de estar marcado por la Seguridad del Estado, el joven no tenía un trabajo estable, a causa de los antecedentes de su padre opositor.