Al principio de la pandemia de COVID-19 el mundo reportaba que los niños no se enfermaban y que si enfermaban no iban a tener grandes complicaciones, esto quizás hizo que las percepciones de riesgo fueran variables. Cuba ya cumplió un año y tres meses de enfrentamiento, un periodo en el que las lecciones han sido muchas y se han desmontado varios mitos, este entre ellos.
En Pinar del Río tan solo en los últimos 15 días han sido confirmados 160 menores de 19 años con la enfermedad, algunos aún permanecen ingresados en el hospital pediátrico Pepe Portilla.
El incremento de casos en edades pediátricas es un fenómeno multifactorial porque a mayor transmisión en el país hay mayor riesgo de enfermar. Los niños dependen de la familia para su crecimiento, desarrollo y vida. Por tanto, debemos aprender a cuidarnos dentro del hogar, mucho más si tenemos movilidad y podemos traer la enfermedad a la casa.
Hace unas semanas en la habitual conferencia de prensa para informar los casos positivos a la COVID-19, la Dra. Lissette del Rosario López González, jefa del Grupo Nacional de Pediatría del Minsap decía que cada hogar debe llenarse de epidemiólogos y proteger en dicho medio a esa población tan vulnerable.
Evitar el contagio de los niños: prevención
El llamado sigue siendo a la autorresponsabilidad, pero en el caso de los lactantes se apela a las familias.
En abril de este año Unicef publicó un informe sobre una evaluación de la salud mental de la población de niños y adolescentes cubanos, convalecientes de la COVID-19. Comprendió cuatro aspectos, uno de ellos la caracterización del bienestar psicológico, que correspondió a un equipo de investigadores de la Facultad de Psicología de la Universidad de la Habana.
El estudio abarcó una muestra de 44 niños y adolescentes de la capital cubana, que han padecido la COVID-19. Le comento las conclusiones:
- El 81.8 por ciento de esos niños y adolescentes está afectado emocionalmente.
- No hay conciencia de afectación de los hijos, en un 60 por ciento de las cuidadoras principales
- La totalidad de los casos estudiados, deben recibir apoyo y acompañamiento psicológico, tengan o no sus padres conciencia de las problemáticas de sus hijos.
¡¡¡Como para preocuparnos!!!
Justo como pronosticaron los científicos, junio ha sido un mes muy complejo en el que se incrementaron los casos de COVID- 19 en Cuba, si comparamos respecto a los primeros 16 días del mes de mayo, junio vaticina una subida de las cifras en varios parámetros tras analizar las estadísticas. Muchas de esas cifras lamentablemente corresponden a niños, adolescentes y embarazadas. Son más de 21 mil diagnosticados en todo el país, mil 167 de ellos menores de un año.
Se avecina el día de los padres, corresponde a todos reforzar la exigencia y responsabilidad individual y colectiva. El mejor homenaje que podemos hacerles es cumplir con el llamado que hiciera el Ministro de Salud: comportamiento responsable en el espacio íntimo del hogar cumpliendo con las medidas de distanciamiento que demanda el actual contexto epidemiológico.