A Alicia Martínez por estos días no le gusta mucho hablar de la jefa, y aunque estuvo tentada en declinar mi propuesta para entrevistarla, su cariño y admiración por Vilma hicieron posible poder hoy contar sus experiencias. “Ella ha dejado una huella muy fuerte en mi corazón. El recuerdo de Vilma es diario. Su rica vida hay que estudiarla y apreciar sus enseñanzas a diario”.