Los cubanos comienzan a buscar alternativas al no poder depositar dólares estadounidenses a partir del 21 de junio en bancos de la isla, una medida que les ha dejado en la incertidumbre y que dificulta aún más la supervivencia en la isla aquejada por una de las peores crisis de las últimas décadas.
Desde el municipio capitalino de Marianao, el periodista independiente Enrique Díaz comentó cómo en medio del descontento, el cubano trata de recuperarse y buscar otros caminos.
“Las personas están molestas, pero poco a poco se están acostumbrado ya a la idea y están empezando a buscar alternativas. Ahora cualquier familiar le manda a X persona acá en Cuba, le pone en la tarjeta electrónica cierta cantidad de dólares, esta persona que tiene el dólar en la tarjeta, tú le pagas en dinero cubano el equivalente al dólar que necesitas y él te va a transferir a tu tarjeta el dinero ese”, explicó.
El dólar ha bajado un poco comenta Díaz, pero hay mucha especulación y se dice que cuando reanuden lo viajes su precio se va a disparar.
Acerca de los precios de las mercancías en el mercado negro el comunicador explicó que se mantienen altísimos.
En opinión de la activista Ariana Mena, quien reside en La Habana vieja, la medida es un castigo al pueblo cubano.
“Estamos siendo castigados porque como Estados Unidos no quiere acceder a sus pedidos (los del régimen cubano) de que levanten las sanciones, pues entonces a sus rehenes, los que tenemos aquí adentro, los vamos a seguir torturando”, afirmó.
Cuba argumentó que la medida se debe a “los obstáculos que impone el bloqueo económico de Estados Unidos para que el sistema bancario nacional pueda depositar en el exterior el efectivo en dólares estadounidenses que se recauda en el país, se ha adoptado la decisión de detener temporalmente la aceptación de los billetes de esa moneda en el sistema bancario y financiero cubano”.
“Esto ha sido un ramalazo para todos, para el cubano que está luchando, para el de a pie, para todos … incluso para aquellos que creen en ellos (los gobernantes)”, dijo Mena.
La situación que en estos momentos se vive dentro de la isla es de total incertidumbre como describe la activista María López desde Centro Habana.
“Las personas andan como locos en las colas de los bancos. Como están desorientadas, están guardando su dinero en tarjetas y otros, por error, la están guardando en otra tarjetas que son las acostumbradas para comprar la tienda MLC, porque esto es una caja de sorpresas”, declaró.
La señora apunta al desinterés de las autoridades cubanas por ayudar a la población.
“Al gobierno no le interesa lo que pasa con el dinero del pueblo”, dijo López.
En un análisis para Diario de Cuba, Emilio Morales, presidente de la consultora The Havana Consulting Group and Tech dijo que esta ha sido una medida explosiva “no solo porque irrita aún más a una población con un alto nivel de frustración —acumulado en el tiempo y exacerbado en los últimos 18 meses producto del impacto de la pandemia y de la profunda crisis económica, política y social que vive el país—, sino porque también golpea a los pocos inversores presentes en la Isla”.
“Este robo que se acaba de implementar es una medida perversa y abusiva que, lejos de traer mejoras a la economía, se va a convertir en un lastre que quizás llegue a desbordar la paciencia ciudadana y a iniciar una tormenta inflacionaria en un momento en que el dólar ya se cotiza a 70 CUP y el euro a 80/85 CUP en el mercado informal. La solución que requiere la complicada situación de la economía cubana no pasa por secuestra el dólar y las remesas y aplastar financieramente aún más a los ciudadanos, sino por liberar de una vez las fuerzas productivas, abrir el mercado a la libre empresa y permitir que los ciudadanos pueden generar riquezas libremente”, agrega Morales.