El activista Arturo Sábado Martínez, directivo del frente juvenil del Foro Antitotalitario Unido (FANTU), fue sentenciado este lunes a un año y seis meses de cárcel, por peligrosidad social pre-delictiva, en el tribunal provincial de Santa Clara.
Su esposa la activista Yanara Marcelo dijo a Radio Martí que la fiscalía impugnó falsos argumentos en contra de Martínez, quien continúa detenido, en espera de ser llevado a prisión.
El opositor de 31 años, fue detenido el 7 de junio al presentarse a una citación, en la tercera unidad policial, de la ciudad de Santa Clara.
Desde hace años defensores de derechos humanos denuncian que la ley de peligrosidad predelictiva o “peligrosidad social” se aplica injustamente. Los jóvenes cubanos son los más afectados con la ejecución de esta ley, que puede aplicarse por hechos tan simples como no pagar la cuota del CDR o no tener un empleo fijo.
La policía política echa mano de la medida cuando considera pertinente para amenazar o enjuiciar a los disidentes del régimen, a quienes considera “elementos antisociales”.
Las medidas de seguridad predelectiva están definidas en los artículos del 73 al 84 del Código penal cubano, y pueden llevar condenas de 1 a 4 años de cárcel.
La ley de peligrosidad social ha tenido antecedentes en Cuba, como las tristemente conocidas “Ley del vago” y las “Unidades Militares de Ayuda a la Producción” (UMAP), estos últimos campamentos de trabajo forzado identificados con el lema “el trabajo los hará hombres”.