Integrado por 85 entidades, el sistema empresarial en Pinar del Río es, sin dudas, una puerta al desarrollo. De él emana el crecimiento económico territorial, soporte para el progreso e imprescindible cuando de generar bienes y servicios se trata.
Con ese objetivo, el país implementa medidas que buscan sepultar las trabas que limitan o impiden el avance, incluido el desarrollo de las fuerzas productivas. Hasta dónde podría llegarse, ¿qué restringe la marcha? Las interrogantes fueron respondidas en el más reciente encuentro de representantes de ese sistema.
El gobernador de la provincia, Rubén Ramos Moreno, exponía entonces sus criterios:
No se ha logrado romper la inercia. La descentralización de facultades no es asumida objetivamente. La eficiencia no es denominador común de todas las empresas. Hay que cambiar mentes importadoras. Los momentos reclaman exportar dentro o fuera del país, es imprescindible para alcanzar la sostenibilidad. Estamos obligados a obtener esos ingresos para generar lo que necesitamos. No es posible alcanzar el desarrollo territorial sin el actuar de las empresas.
Representantes del sistema exponían las experiencias que arrojan prácticas como la diversificación de producciones o servicios, el empleo del comercio electrónico y la importancia de los proyectos de desarrollo local que posibiliten el conocimiento y explotación de las potencialidades de cada lugar además de incrementar, sin temores, el vínculo con el sector no estatal.
El despegue se inicia pero no con el ímpetu que los momentos demandan a pesar de la capacidad de muchos. El asesoramiento de los actores económicos, consideraron, es imprescindible en el batallar del sistema empresarial en Pinar del Río, puerta hacia el desarrollo.