Estaba de visita en casa de mi amigo Amaury Pérez cuando descubrí el tesoro. Sobre la mesa de la terraza, donde él y su esposa Petí suelen sentarse a leer y entusiasmar a los amigos con las más buscadas novedades literarias o musicales, reposaba, con marcador en las primeras hojas, un libro de dimensiones enciclopédicas: “Nueva Historia Universal”, tomo I, Historia antigua y medieval.¿Y esto?, pregunté. “La maravilla”, respondieron a dúo.