Cuba informó este viernes del fallecimiento de 8 personas, entre ellas una embarazada de 34 años de edad, y 1,288 nuevos casos de COVID-19, en medio de nuevas medidas restrictivas en la capital para intentar poner freno al virus, aunque las autoridades advierten que no es posible “cerrar La Habana”, como reclama parte de la población.
Las cifras no son alentadoras, advirtió en su conferencia de prensa diaria el jefe de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública, Dr. Francisco Durán. Al cierre del jueves, 10 de junio, se encontraban ingresadas en hospitales y centros de aislamiento 27,385 pacientes, de ellos 16,359 en vigilancia epidemiológica, 4,834 sospechosos de padecer la enfermedad y 6,192 confirmados positivos.
Mientras, en La Habana, con 460 nuevos contagios y la peor situación epidemiológica del país, entró en vigor este viernes el nuevo plan de medidas para contrarrestar el COVID-19.
Las autoridades ordenaron el incremento de dispositivos de control e inspección en las noches para detectar posibles infractores de las restricciones de movilidad, límites en la capacidad del transporte público, la reducción del tránsito de vehículos estatales después de las 9:00 PM.
También se dispuso la prohibición de entrada y salida a la capital por cuestiones de trabajo, salvo casos excepcionales, y el requerimiento de un permiso especial a las personas que necesiten trasladarse a otras provincias por una enfermedad, una pérdida familiar u otro motivo sensible.
En las tiendas Cimex, Caribe, Caracol, y los mercados Ideal, se reforzará la organización del acceso, a fin de “reducir las aglomeraciones” de público y controlar la actividad de “coleros y revendedores”.
El presidente del Consejo de Defensa Provincial Luis Antonio Torres Iríbar dijo que, a pesar del reclamo de los capitalinos, no es posible cerrar La Habana.
“Sabemos que una parte de la población está reclamando hace un tiempo que “cerremos” La Habana, pero tenemos que pensar como país, y si paralizamos la vida económica estaremos afectando al resto de las provincias, que están muy encadenadas con nosotros”, subrayó el funcionario, según un reporte del diario estatal Tribuna de La Habana.
En su opinión, hay que “reforzar el enfrentamiento a la COVID-19 pero sin dejar de producir, sin dejar de comercializar bienes y servicios”. Torres Iríbar llamó a los encargados de ese “enfrentamiento”, la Policía y los grupos de supervisión, a velar por el cumplimiento estricto de las medidas.
La población, por su parte, señala que la escasez de alimentos y otros productos los obliga a hacer largas colas en los comercios, sin la garantía de poder adquirirlos.
Otras provincias afectadas son Santiago de Cuba, con 145 casos; Matanzas, con 95; Camagüey, con 94; Guantánamo, con 73; Mayabeque, con 71, y Holguín, con 62.
En edades pediátricas se confirmó el elevado número de 213 nuevos contagios, para un total de 20,643, informó el Dr. Durán. Permanecen activos 891, de ellos uno de dos meses de nacido en estado de gravedad.
Cuba acumula ya 154,866 contagios y 1,065 fallecimientos por coronavirus desde que comenzó la pandemia, en marzo de 2020, según cifras oficiales.