El Gobierno saudita sigue comprometido con su plan para diversificar sus fuentes de energía e impulsar la producción de renovables, todo ello sin reducir sus ventas de crudo. “Arabia Saudita ya no es una productora de petróleo, es un país generador de energía”, dijo esta semana el ministro de Energía del país, Abdulaziz bin Salman, a S&P Global Platts.