Cuba ha concebido el abordaje a la respuesta al VIH con un enfoque de Salud Pública, insertado en la Atención Primaria, centrado en las personas, y con participación intersectorial y de las poblaciones claves, atendiendo a las necesidades propias de cada grupo. Con regocijo podemos decir que en los años 2019 y 2020, por ejemplo, Cuba no reportó ningún contagio por VIH de madre a hijo.