El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, negó este martes ser cómplice del régimen cubano, en un debate en el Parlamento Europeo donde la mayor parte de los diputados condenaron las violaciones de los derechos humanos en Cuba.
En su primera intervención, el alto representante de la Unión Europea (UE) para la Política Exterior, celebró la liberación del artista independiente Luis Manuel Alcántara Otero, mostró preocupación por los detenidos en la calle Obispo y defendió que la política europea hacia Cuba sea de “compromiso crítico”.
“Hemos planteado estos y otros casos a las autoridades cubanas, porque el diálogo sobre derechos humanos está en el centro de nuestra relación. Es una de las razones del Acuerdo [de Diálogo Político y Cooperación]”, afirmó el alto representante de la UE.
Sin embargo, numerosos eurodiputados señalaron errores en la política europea hacia La Habana, entre ellos Hermann Tertsch, del partido español VOX.
“Lo terrible es que tengamos en el Parlamento Europeo a un alto representante que está defendiendo a Cuba, defendiendo a la dictadura”, cuestionó el legislador de la derecha radical.
Borrell, en cambio, desestimó tales acusaciones: “No voy a intentar rebatir la tesis de que el Alto Representante para la política exterior de la Unión Europea se dedica a apoyar las dictaduras por el mundo y, en particular, la cubana. Es algo tan ridículo que no merece la pena ser contestado”.
En línea con la tónica general, el diputado Leopoldo López Gil, del Partido Popular Europeo, dijo que no hay avances desde la implementación del Acuerdo de Diálogo, sino un incremento de la represión.
“Señor Alto Representante, ante la política estatal de violación flagrante y constante a los derechos humanos por parte del régimen cubano, ¿no cree usted pertinente revisar el Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación?, se preguntó López Gil.
En representación del Partido Socialista Europeo, el parlamentario Javier López defendió el acuerdo, porque, en su opinión, “es un marco estable de diálogo” sobre todos los temas, para “unas relaciones constructivas, críticas, que lo que quiere decir es exigentes”.
“Conversaciones que incluyen y deben incluir también cuestiones relativas a los derechos humanos y las preocupaciones por las libertades individuales”, puntualizó el eurodiputado socialista.
Otros defensores del acuerdo con La Habana fueron los diputados de los partidos comunistas de Grecia, Portugal y España, que elogiaron al régimen cubano y criticaron a Estados Unidos.
“En Cuba se vulneran los derechos humanos, pero en la base de Guantánamo, y eso a ustedes obviamente les da igual”, dijo el eurodiputado comunista Manuel Pineda; mientras su colega Sandra Pereira (Portugal) consideró que “una vez más, aquí en el Parlamento Europeo, tiene lugar un ejercicio de hipocresía sobre la democracia y los derechos humanos”.
Por su parte, la vicepresidenta de la Eurocámara, Dita Charanzová, del grupo Renovar Europa, insistió en suspender el acuerdo con La Habana.
“No podemos hablar de mejoras en Cuba, si hay más presos políticos hoy que hace cuatro años. Cuba no está cumpliendo con sus obligaciones. Se está burlando de nuestro acuerdo. Tenemos que defender nuestros valores y esto significa suspender el acuerdo con Cuba”, reclamó la representante liberal checa.
No faltaron mensajes emotivos de apoyo, como el de Paulo Rangel, del Partido Popular de Portugal: “A todos los cubanos podemos decir que Europa está con vosotros, con vuestros derechos contra la dictadura, contra la represión”.
“Debemos acabar con esta dialéctica caduca (…), que confunde la identificación de la supervivencia del castrismo con Cuba, que repite ‘patria o muerte’, mientras persigue a blogueros, cantantes y artistas que cada día más gritan ‘patria y vida'”, afirmó por su parte Soraya Rodríguez, de Renovar Europa.
Borrell defendió Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación como una herramienta que permite cooperar y “apoyar el proceso de modernización y reformas en Cuba”.
“Tratamos cuestiones de derechos humanos pero también trabajamos juntos para fomentar un desarrollo inclusivo y sostenible a través de una cooperación que es muy amplia”, declaró.
El jefe de la diplomacia europea dijo que el bloque de naciones que representa es “el primer socio de Cuba en cooperación, comercio, inversiones”, y que desde que empezó a aplicarse el acuerdo, el diálogo político ha ido “regularmente precedido de encuentros con la sociedad civil, que reúne a ONGs europeas y cubanas”.
“Hasta ahora es cierto que estas reuniones formales han incluido solo a organizaciones cubanas registradas con las autoridades, pero la UE está ahora recabando opiniones de todas las partes de la sociedad civil cubana en otros escenarios y a través de otros contactos”, comentó.
En su intervención negó que el dinero de la cooperación europea financie a organizaciones del régimen cubano: “Damos a organizaciones civiles 8,4 millones de euros. 7,6 millones están gestionados por organizaciones de la sociedad civil de la UE, que por definición no son parte del Gobierno cubano”.
Otros 800.000 euros son gestionados por organizaciones de la sociedad civil cubana “seleccionadas cuidadosamente” por la delegación de la UE en La Habana con las condiciones de que sirvan al interés general o tengan un papel de mediadores entre las autoridades y la ciudadanía, explicó.
El Parlamento Europeo someterá a votación el jueves la resolución final sobre la situación de los derechos humanos en Cuba. Fuentes consultadas por Radio Televisión Martí en Estrasburgo indicaron que, tras varias horas de negociación, los socialistas europeos no parecen dispuestos a apoyar el texto.
Una nota de la Embajada de Cuba en Bruselas, promovida por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, califica el debate de “vergonzoso” y dice que busca “entorpecer las relaciones bilaterales entre Cuba y la Unión Europea y socavar la implementación del Acuerdo de Diálogo Político y de Cooperación entre Cuba, la Unión Europea y sus Estados miembros”.