La Misión de solidaridad Internacional y Derechos Humanos que llegó a Colombia el 25 de mayo, confirmó por medio de un informe divulgado hoy el exceso de la fuerza pública contra las movilizaciones pacíficas.
En sus conclusiones el colectivo advierte que el Estado colombiano debe ser investigado porque a través de sus fuerzas de seguridad regulares e irregulares, habría desaparecido, asesinado, torturado, abusado, perseguido, amenazado e intimidado a vastos sectores del pueblo.
Señala en el texto que la represión desatada impidió, limitó y condicionó la participación política, el derecho de reunión y el derecho a la protesta.
Considera que debe ser investigado por el despliegue sobre la población civil e indefensa, prácticas inscritas en la lógica bélica, disponiendo para ello de armamento sofisticado y letal y de conductas brutales e inhumanas por parte de sus efectivos.
‘El Estado colombiano debe ser investigado por haber determinado como enemigo interior a la mayoría de su pueblo’, representado por jóvenes de barrios populares, estudiantes, mujeres, miembros de la comunidad LGTBIQ, campesinos, obreros, indígenas, afrodescendientes, entre otros, señala.
Enfatiza que el pueblo colombiano tiene derecho a la apertura de todas las instancias jurisdiccionales, nacionales e internacionales para obtener la reparación integral, através de la verdad y la justicia.
La Misión Internacional llegó a Colombia convocada por diversas organizaciones sociales, plataformas de derechos humanos, espacios sindicales y eclesiásticos, entre otras, con el objetivo de constatar in situ la grave situación denunciada.
Señala en su informe preliminar sobre violación de DDHH, que a lo largo y ancho del país, la mayoría del pueblo salió a las calles con una consigna unificadora: A Parar para Avanzar.
Las medidas antipopulares no sólo acentuaban la crisis, además recaían sobre los sectores que más sufrían la pandemia, describe.
El Estado colombiano reprimió la protesta indiscriminada y brutalmente con uncriterio aleccionador que sin embargo se volvió en su contra, agrega.
No sólo el paro se acentuaba sino que las marchas cada día se nutrían de ciudadanos y ciudadanas ansiosos por expresar su disconformidad y resistencia.
‘El recorrido que la Misión hizo, permitió comprobar la masiva adhesión a las razones que motivaron la protesta’, destacó.