Que la agenda del Partido Comunista se acerque cada vez más a la agenda pública del país es uno de los mayores retos de la organización partidista, a poco más de un mes de concluido su 8vo Congreso, marcado por dos ejes: la Unidad y la Continuidad.
En el propósito ya definido de no dejar engavetar los acuerdos del cónclave, el Secretariado del Comité Central — encargado precisamente de dirigir el trabajo diario del Partido— se volvió a reunir este martes, encabezado por el Primer Secretario y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en una práctica que se ha ido estabilizando cada semana desde finales del mes de abril.
En esta oportunidad, se discutió el aseguramiento político a las 63 medidas aprobadas para dinamizar la producción agropecuaria en el país. José Ramón Monteagudo Ruíz, jefe del Departamento Agroalimentario del Comité Central, explicó que el objetivo es impulsar y dar seguimiento a esas importantes decisiones desde las estructuras y cuadros del Partido, la UJC, la ANAP y sindicatos asociados al sector.
Monteagudo Ruíz presentó al Secretariado todo un plan de acciones para que las organizaciones de base del Partido monitoreen y evalúen la implementación, los resultados e impactos de las medidas aprobadas; se fortalezca el funcionamiento de la organización para ejercer mayor influencia en la atención a la actividad económica; se consolide el papel del Partido en la política de cuadros en el sector agroalimentario; y se sistematicen los intercambios con científicos, investigadores, expertos, jóvenes y trabajadores.
El Primer Secretario consideró que hay que enfocar el trabajo del Partido hacia los problemas más complejos que tiene el país, y uno de ellos es la producción de alimentos. Díaz-Canel criticó que, aun siendo un sector primario, la agricultura no logra posicionarse como tal y es de los que menos aporta actualmente al Producto Interno Bruto.
Esa situación, dijo, tenemos que cambiarla, porque la agricultura puede y tiene que halar a los demás sectores de la economía. No tendremos los avances que necesitamos en el país, consideró, mientras no acabemos de resolver los problemas con la producción de alimentos. En ese sentido, afirmó, el Partido tiene que dirigir, orientar, exigir y controlar que se cumpla lo que está establecido.
El Presidente de la República hizo hincapié en la responsabilidad de la organización partidista y sus cuadros en que los productores, estatales y no estatales, asimilen prácticas y conceptos como la soberanía alimentaria y que cada vez dependamos menos de las importaciones; el uso de biofertilizantes y bioproductos, y también del policultivo; así como la necesidad de rescatar la producción de azúcar y sus derivados.
El Partido Comunista, aseveró, debe exigir por todo eso al Ministerio de la Agricultura, a Azcuba, a la ANAP, y a los organismos de la Administración Central del Estado que tienen que ver con la implementación de las nuevas medidas aprobadas para el sector agropecuario, dígase el Banco Central, el Ministerio de Finanzas y Precios, el Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, entre otros.
Díaz-Canel indicó volver a analizar el levantamiento de trabas que se hizo hace algún tiempo, ver cuáles faltan todavía por quitar, qué nuevos impedimentos se han puesto a la producción de alimentos, y determinar qué está calificado hoy como una ilegalidad y es realmente un absurdo.
El Secretariado del Comité Central evalúo igualmente un documento sobre la atención política al sector no estatal que, a decir de Joel Queipo Ruíz, jefe del Departamento Económico del Comité Central, debe trascender lo individual y asegurar la articulación con el resto de los actores de la economía cubana en función de nuestro proyecto social.
Queipo Ruíz se refirió al papel que debe jugar la organización partidista en la implementación con éxito del perfeccionamiento de las formas no estatales de gestión, aprobado por el Consejo de Ministros, en el que se incluyen el trabajo por cuenta propia, las cooperativas no agropecuarias, y las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES).
En el debate sobre este asunto, los miembros del Secretariado coincidieron en la necesidad de fortalecer el vínculo directo de las estructuras del Partido — a nivel provincial y municipal— con el sector no estatal. Hablaron de establecer encuentros sistemáticos entre los dirigentes de los territorios con representantes de esas formas de gestión, para conocer sus inquietudes, destrabar los problemas, y también involucrarlos más en el desarrollo de las comunidades.
Roberto Morales Ojeda, secretario de Organización y Política de Cuadros, insistió en que este tema fue motivo de análisis en los tres anteriores Congresos del Partido, y todas las estructuras de nuestra organización tienen que acabar de interiorizar que son personas que debemos atender. Se refirió a los crecimientos a las filas de Partido dentro del sector no estatal y a priorizar la atención a sus organizaciones de bases, que se discutan allí los problemas que les afectan.
Tenemos que despojarnos de todo prejuicio, aseveró, trabajar con el sector no estatal y comprometerlos con las soluciones para el país.
En esa misma sintonía, el Primer Secretario recordó que los documentos rectores del Partido reconocen a ese sector como complemento de la economía cubana, que puede aportar mucho más al desarrollo, sobre todo desde lo local. Díaz-Canel se refirió particularmente a la responsabilidad social de esas formas de gestión.
En la reunión de esta semana se presentó también el programa para la Transformación Digital del Partido, que ha comenzado a dar sus primeros pasos y pretende informatizar los procesos que se desarrollan en la organización, fortalecer la seguridad y la calidad de las redes de datos y de los servicios, e incrementar el empleo de la internet y la participación activa del Partido en la defensa de la Revolución, utilizando para ello las tecnologías de la información y las comunicaciones.
Ese importante trabajo, advirtió Rogelio Polanco Fuentes, jefe del Departamento Ideológico, transcurrirá en paralelo a una transformación de la comunicación social de nuestro Partido Comunista, proceso estratégico que también ya hemos iniciado.