Cada vez que salen a la luz pública nuevos casos de contagio de COVID-19 en edades pediátricas, incluso niños menores de un año, la señal de alarma vuelve a apelar a la responsabilidad familiar y a la sensibilidad social. El coronavirus resulta un arma peligrosa con la que no se puede jugar y, mucho menos, dejar a nuestros hijos al alcance de sus mortales efectos.
Familia en Cuba saca partido al biogás y promueve sus ventajas
Los educadores Iris Mejías y su esposo Alexis García, ya jubilado, junto al biodigestor de geomembrana que desde diciembre de 2023 aporta unos cuatro metros