Por más que pasemos jornadas y jornadas simulando descensos, la curva de contagios de la provincia continúa empinándose irremediablemente. Al cierre de ayer se confirman en la provincia 37 personas infectadas con la COVID-19, la mayoría autóctonos —35—, pues dos son importados, y el número más elevado resulta contactos de casos confirmados con anterioridad, aunque en cinco no se ha podido determinar la fuente de infección.
Y en tal subida, la capital provincial continúa ubicándose en la cima: 18 pacientes, de los cuales dos son importados y en cuatro no se ha podido determinar la fuente de contagio. En escalada también andan Trinidad y Cabaiguán, donde se diagnostican siete enfermos en cada lugar; le sigue Jatibonico con tres, mientras que en Yaguajay y La Sierpe se computa un paciente en cada caso, este último sin nexo epidemiológico establecido aún.
Al compás de los contagios, por supuesto, se ha ido exorbitando también la tasa de incidencia de casos confirmados en la última quincena: 108. 25 con 501 espirituanos infectados por el SARS-CoV-2 y superan esa varilla Jatibonico con 181. 09; Sancti Spíritus, 157. 27 y Trinidad, 142. 39.
Lo relevante de la jornada precedente, en cambio, es que circunstancialmente ninguno de los cuatro eventos de transmisión abiertos en la provincia reportó nuevos contagios, pero tal stop no significa, a lo mejor, que hayan parado de sumar.
De acuerdo con la información ofrecida por el doctor Francisco Durán García, director nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública (Minsap), favorable resulta que la neonata de 24 días de nacida, de Cabaiguán, que hasta ayer se hallaba reportada en estado crítico dada su evolución salió de la gravedad, aunque ha pasado al estado de cuidado.
No obstante, la provincia mantiene otros reportes preocupantes. Según el parte oficial del Minsap, en estado crítico se mantiene el espirituano de 87 años de edad, residente en la cabecera provincial, y en estado grave se encuentran cuatro pacientes: el joven de 23 años, de la capital provincial; otro de 29 años de edad, de Trinidad; una ciudadana de 55 años, de Jatibonico, y un anciano de 93 años de edad, del municipio cabecera.
Por más que crean algunos la COVID-19 no es un catarro común. El panorama epidemiológico de la provincia continúa tensándose por días y, por lo visto, no hemos dejado de empinarnos.