Muchas felicidades a todos los miembros de la Academia de Ciencias de Cuba, a todos los jóvenes asociados, a la comunidad científica cubana y a todos los que facilitan y difunden la actividad científica y creadora. Momento para recordar a aquellos que condujeron la academia y que ya no están físicamente pero que dejaron su impronta, muy especialmente a Rosa Elena Simeón, por su ejemplo y lealtad.