En el vaivén de la COVID-19 la provincia ha vuelto a ascender otro peldaño y lo digo porque al cierre de la jornada precedente se confirman 16 casos más que los diagnosticados ayer. Como también ha oscilado la positividad, en este caso para bien, pues si en 966 muestras de PCR solo se reportan 35 positivas ello hace descender a 3.64 por ciento la positividad.
Lo otro que ha vuelto a ascender, tan típico de lo azaroso del nuevo coronavirus, son los casos sin fuente de infección, un asunto que no acaba de resolverse en la provincia y que resulta tan complejo como la transmisión misma que sufrimos.
Porque de los 35 casos diagnosticados al cierre de la jornada precedente 34 son autóctonos y uno importado —como viene siendo rutina se trata de un viajero procedente de Rusia— y de los primeros, 28 son contactos de casos confirmados y en seis no se ha podido precisar aún la fuente de infección.
La mayor transmisión la seguimos teniendo en la capital provincial, a juzgar por las estadísticas: 18 residentes en el municipio cabecera infectados con el SARS-CoV-2, de ellos siete pertenecen al policlínico Centro —uno sin fuente de contagio determinada—; cuatro al Sur —entre ellos el importado— e igual número al Norte; dos a Guasimal y uno a Banao.
Por su parte, Jatibonico continúa agravando su situación epidemiológica al computar cinco nuevos contagios —dos de los cuales aún no tienen nexo epidemiológico establecido— e igual cifra reporta Cabaiguán, cuatro de la cabecera municipal y uno de Guayos.
Si desde hace días Yaguajay ha sido excepción en el diagnóstico de enfermos con COVID-19 ahora se suma con dos pacientes —ambos sin fuente de infección— y Taguasco aporta un caso positivo.
De los cuatro eventos de transmisión abiertos en la provincia el más activo continúa siendo el institucional de la Universidad de Ciencias Médicas —asociado al contagio de estudiantes extranjeros—, el cual aportó ayer dos nuevos pacientes y ya acumula 26 casos.
Según declaró a Escambray el doctor Manuel Rivero Abella, director provincial de Salud, en la casa de altos estudios se han arreciado las medidas para evitar la propagación de la epidemia.
“Ya se estudiaron todos los casos —aseguró Rivero Abella—, los cuales se han aislado en la propia institución. Se realiza la pesquisa diaria, se ha restringido el movimiento y se les está llevando los alimentos hasta las propias habitaciones”.
En cambio, el resto de los tres eventos de transmisión se mantienen sin generar nuevos contagios, algunos desde hace días, como es el caso de los institucionales del Hogar de Ancianos Provincial con 21 y el del Hospital Siquiátrico Provincial, 18; y el comunitario recién abierto en el Edificio 26 de Juan González ayer no reportó enfermos, por lo que permanece con 18.
Y a la par de tales ascensos en los reportes diarios de contagios ha ido subiendo la tasa de incidencia de casos confirmados de la provincia en la última quincena: 100.91, superada por Jatibonico con 190.49; Sancti Spíritus, 135.60; Trinidad, 129.35 y Taguasco, 93.55.
Lo más lamentable de la jornada también resulta el fallecimiento de un trinitario de 82 años de edad, según referencia el sitio oficial del Ministerio de Salud Pública (Minsap): “Antecedentes Patológicos personales: Hipertensión Arterial, Enfermedad Renal Crónica. Presentó disnea intensa, sudoración profusa e hipertensión arterial, en el examen físico se evidenció la presencia de estertores crepitantes en ambos campos pulmonares. Fue intubado y ventilado, es diagnosticada una Insuficiencia Ventricular Aguda. Posteriormente presentó fibrilación ventricular y parada cardiorrespiratoria. Fueron realizadas maniobras de reanimación cardiopulmonar que no resultaron efectivas”, especifica el Minsap.
Asimismo, al anciano de 70 años de edad, de Trinidad, reportado de grave desde hace varios días se suma —de acuerdo con el propio parte— un residente en la capital provincial de 23 años.
Al decir del doctor Rivero Abella al menos durante otra quincena la provincia deberá continuar andando en esta meseta, pero con cifras altas debido a los más de 200 casos que mantenemos activos y al número de controles de foco que supera el centenar.
Extremar la responsabilidad individual y colectiva sigue siendo el único modo de ponerle frenos a la pandemia.