Los bombardeos brutales y el ingreso de tropas israelíes en Gaza, el 13 de mayo, es un armado que coincide con las mayores maniobras militares dispuestas por el gobierno de Benjamín Netanyahu, destinado a apoderarse de toda Jerusalén y al exterminio del pueblo palestino, que sobrevive en la cárcel más grande del mundo a cielo abierto, como es Gaza. Estas acciones realizadas por el gobierno de un país como Israel, la cuarta potencia en armas en el mundo, es un crimen de lesa humanidad, impunemente preparado con la complicidad de sus asociados como Estados Unidos, Gran Bretaña y otros, considerando que Palestina no tiene ejército, y sus territorios están bajo ocupación.