Japón ha extendido el estado de emergencia por COVID-19, que afecta a Tokio y a otras cinco prefecturas, a tres nuevas zonas, cuando faltan poco más de dos meses para los Juegos Olímpicos. Las autoridades están entre las presiones por cumplir el compromiso e intentar recuperar parte de la inversión para los Juegos, y una creciente oposición popular a la cita deportiva.