¡Cuántas cosas pudiéramos decir, en una ocasión como ésta! En primer lugar, expresar nuestra satisfacción por ver ya convertida en realidad las ideas de la Revolución. ¡Ojalá se hubiesen podido reunir antes 8 000 madres campesinas y 8 000 jóvenes estudiantes de nuestras montañas y nuestros llanos!